Una enfermedad para siempre
Una
de las preguntas más frecuentes que nos hacen adictos y sus familiares es: ¿cuándo me voy a curar, cuánto tiempo tarda la recuperación? La respuesta es simple y contundente, si las adicciones son una enfermedad incurable, por tanto, la enfermedad es para siempre y su recuperación, también.
¿Puede un adicto en recuperación volver a consumir después de muchos años? La respuesta es sí, las historias nos dan cuenta de que después de 25 o 30 años de abstinencia se puede volver a beber o a drogarse y normalmente las consecuencias son fatales.
¿Dejar de beber o drogarse es tan sólo un primer paso? En primer lugar, estadísticamente se ha comprobado que hasta un 80 por ciento de adictos presentan un trastorno mental paralelo y ambos deben atenderse. Además se han estudiado otros conceptos como el pensamiento adictivo (Abraham Twerski) que se presenta en millones de adictos y que entre otras características están la presencia de disturbios emocionales permanentes, dificultad para lidiar con el conflicto, la culpa, la vergüenza, la ira, el manejo de los sentimientos, las defensas, la codependencia y la vida espiritual. En México existe también el término de borrachera seca (José Antonio Elizondo dixit), que no es otra cosa que lo que a nivel clínico se conoce como SAPA (Síndrome de Abstinencia Post Aguda), que puede deberse a múltiples disparadores y que si no es atendida suele ser la antesala de una recaída material o bien, andar con las mismas actitudes del consumo, aún sin hacerlo.
De esta forma podemos inferir que el tiempo no es sinónimo de recuperación, si no se trabaja con amplitud y a fondo en la vía del desarrollo personal integral, para lo cual como dijo el famoso psiquiatra Carl Jung el siglo pasado, el único camino es el de la espiritualidad para poder vencer un espíritu negativo a travésde un espíritu positivo. Después de todo los adictos en recuperación somos personas que vivimos la vida igual que todos, con todo y sus vicisitudes, sin tener como opción por este día volver a consumir, nazca quien nazca, muera quien muera, haga frío o haga calor, gane o pierda dinero, esté solo o acompañado, sólo por hoy no bebo y no me drogo, sigo en el camino del despertar de la consciencia y aprendo a vivir con la enfermedad.
“Podemos inferir que el tiempo no es sinónimo de recuperación”