El teléfono que nadie podía hacer
James Jannard es ese geek star que no ha querido los reflectores que tuvieron otros del club de los innovadores, como Steve Jobs o Bill Gates. Y es que, aunque no lo crean, Jannard es el vivo ejemplo de un empresario que no ha buscado solo la fama sino la creación de lo que nadie ha hecho, con el objetivo de darle al mundo algo nuevo —sin perder de vista el negocio, claro está.
Para empezar, fundó Oakley —sí, la marca de lentes— con 300dólaresenlabolsa;noenungarage,perosíconelmismo espíritu emprendedor de los grandes inventores de finales delsigloXXI.Haceunassemanastuvelaoportunidaddeque diera la que tal vez ha sido su única entrevista en televisión. Y esto me contó sobre por qué ha logrado crear lo que nadie: “Probablementeempiezaconundesordendepersonalidad; soymuytontoparasaberquénohacer,asíquetodaslascosas a las que les pongo la mano encima las veo como si tuvieran algo mal y me pregunto qué puedo hacer para mejorarlas.
"De Oakley a RED a Hydrogen, todos son productos en los que en lo personal estoy interesado; así que la idea es, de nuevo, averiguar si puede ser significativamente mejor que el mejor producto que esté a la venta, y hacerlo de una, dos, tresocuatromanerasdiferentes;entoncestienesrazónpara estar en ese mercado. Si no puedes hacerlo mejor o encontrar varias formas de hacerlo de modo diferente, entonces deberías quedarte en casa”, me dijo James en una entrevista dondetodocomenzóconun“simegusta,lapublicas;sino,se borra”: un reto que acepté y que acabó con un programa especial en "La Conversación" de MILENIO Televisión.
“Toda mi vida he identificado cosas que realmente me encantan, que me importan mucho; al principio fue el motocross, los lentes de sol —obviamente me gusta usarlos—, las cámaras que he construido, porque soy un amante de la fotografíaylacinematografía;yelcelularesrealmentelarespuesta más fácil porque es el objeto más importante que poseemos. Oakley era una compañía enfocada al consumidor, asíqueentendimoscómocomunicarnosconél;seconstruyó sobrelaideadehacerinventosenvueltosenarte;funcionóya todos los demás parece haberles gustado también.
“RED Digital Cinema fue un programa totalmente distinto: a pesar de compartir el mismo código genético, era un producto muy técnico, de modo que construimos un repositorio de información sobre equipo de captura de imagen; tengoesahistoriaconOakleyylamarcadeconsumo,ysiempre tuve la inquietud de saber qué pasaría si combinaba ambos. El celular es la opción obvia porque es un producto de consumo masivo con un alto grado tecnológico y, de nuevo, es el objeto más importante que yo poseo, así que esa fue la razón para estar en este espacio”.
Jannard habla de RED Hydrogen, un teléfono difícil de describir pues se define como el primer teléfono holográfico, aunque realmente lo que hace se debe a una tecnología de refracción de luz que produce una ilusión muy realista de imágenes que se salen de la pantalla, logrando un producto realmente innovador que tiene el gran reto de convencer al consumidor,cuyaúnicaformadeveryoírlacalidadqueofrece es teniéndolo en sus manos en el piso de venta.
Terminó nuestra charla con un gran mensaje sobre el futuro y el presente de la tecnología, uno que dice que desde el fundador de Apple murió, nada ha sido realmente innovador: “Desde que falleció Steve lo que parece estar ocurriendo en la industria es lo que yo llamo 'un mar de lo mismo', en el que todos han llegado a un punto en el que, en la práctica, los teléfonos hacen todo lo que todos hacen, con diferencias minúsculas que los destaquen. Esa para mí es la oportunidad perfecta para hacer algo que las personas ni siquiera se imaginabanquepodríaserposible,yesoesHydrogen,queda pasosagigantadosenaspectossignificativosdondecreemos que está el mercado en este momento”, concluyó.