El TP-01 saldrá del país
Cienfuegos: el Ejército queda en buenas manos
Con voz quebrada, el general Salvador Cienfuegos aguantó con dificultad las lágrimas cuando recordó a los militares que fallecieron en cumplimiento del deber y el apoyo que recibió de su familia a lo largo de una carrera de 54 años, en la que, dijo, afrontó y superó pruebas difíciles.
Horas antes de que concluyera su gestión como secretario de la Defensa Nacional, afirmó: “El Ejército y la Fuerza Aérea han quedado en buenas manos”, refiriéndose al general Luis Crescencio Sandoval, quien desde hoy será el nuevo titular de la Sedena.
En la ceremonia en su honor en el Heroico Colegio Militar, donde presumió que se forjó, el divisionario manifestó que está “satisfecho” por su labor de seis años al frente de la institución.
Resaltó y agradeció el apoyo de Enrique Peña Nieto, su comandante supremo, con quien aseguró que consolidó la transformación sin precedente de las fuerzas armadas.
Del general Sandoval, quien lo acompañó en la mesa de honor, comentó: “Es un soldado ejemplar que sabrá desempeñar destacadamente el honroso cargo que se le ha conferido; su experiencia, carácter, liderazgo, don de mando y valentía le permitirán conducir con éxito el destino del Ejército y Fuerza Aérea.
“No tengo duda de ello, lo conozco, sé de su profesionalismo y de su lealtad a México, mucho éxito general”, puntualizó.
Antes, Cienfuegos agradeció a cada mujer y hombre al servicio de las armas que bajo su mando supieron cumplir las misiones asignadas con honor, lealtad, valentía y compromiso.
Conmovido, como nunca se le había visto en un acto público, el divisionario, con voz quebrada, dijo: “Rindo mi más sentido homenaje a todos aquellos que ofrendaron su vida en el cumplimiento de su deber, a las familias de todos los soldados (…)”.
Hizo una breve pausa, buscó aguaeneltemplete;intentócontener la emoción y habló de su esposa Bertha Lucía Guitérrez, “fuente inagotable de apoyo y comprensión durante 47 años de caminar juntos y sin desmayos, verdadera mujer de un soldado”.
Habló del cariño y comprensión de sus hijas, nietos y yernos.
Cadetes y soldados realizaron un desfile en honor del general, dispararon salvas y entonaron los himnos de las fuerzas armadas y del Heroico Colegio Militar.
El aún subsecretario Roble Arturo Granados se refirió al divisionario como hombre íntegro, líder y un gran soldado que cumplió con éxito sus deberes militares.
Cienfuegos citó un proverbio: “Aunque deje la tropa, seguiré siendo soldado”.