Abogado muestra a Chupeta con más poder que Chapo
Líder sanguinario. El colombiano admitió haber cometido 150 asesinatos y sobornado a autoridades y medios
Cuando William Purpura, abogado de Joaquín El Chapo Guzmán, comenzó a preguntar al testigo de la fiscalía estadunidense, Juan Carlos Ramírez, Chupeta, por los bienes del capo mexicano, pocos imaginamos hacia dónde lo pensaba llevar.
¿Usted vio las obras de arte del señorGuzmán?¿Sesubióasuyate Chapito? ¿Visitó alguna de sus casas que, se supone, el acusado tenía en cada playa mexicana? ¿Llegó a ver fotos? “No”. “Nunca”. “Jamás”, respondió Ramírez sucesivamente y sin dudar.
Un minuto después, Purpura mostró a la audiencia fotos de las lujosas casas, yates, la colección de relojes, los cientos de millones de dólares decomisados e incautados al mismo Chupeta, luego de sus 20 años como líder indiscutibledelCárteldeValledelNorte, asentado en Cali, Colombia.
De manera muy natural, Chupeta confesó los cerca de 150 crímenesenlosquesevioinvolucrado, porque los ordenó o él mismo los cometió. Larga resultó también la relación de sobornos con la marca Ramírez Abadía. Desde los 10 millones de dólares que dio alCongresocolombianoparaque cambiaralasleyesdeextradición, pasando por el medio millón filtrado a la campaña de entonces candidato presidencial, Ernesto Samper, o los millones que salpicó a la prensa colombiana.
Los abogados de El Chapo hicieron confesar al testigo un rosario de traiciones y matanzas. Como la trampa que tendió a El Tocayo, otro líder del Cártel del Valle del Norte, a quien masacró junto con otros 12.