Prudencia y sano juicio
Llegó diciembre y para muchos es sinónimo de fiestas, posadas, comidas, bebetorias y demás excesos que la verdad sea dicha, son costumbres que atentan contra la salud, si se hacen de manera desmesurada.
El mejor regalo quizás, para esta época, sea que usemos nuestra prudencia y sano juicio, particularmente para las fiestas del mítico maratón LupeReyes, que inicia el miércoles de la próxima semana.
Desafortunadamente, con las festividades decembrinas que inician prácticamente cuando los trabajadores reciben su aguinaldo, justo en estas fechas, llega también el incremento en accidentes automovilísticos, riñas, ausentismo laboral, pleitos familiares, congestiones, intoxicaciones y demás consecuencias del exceso de alcohol y drogas.
A este mes, además del Lupe -Reyes, hay que agregar la liguilla de fútbol y la recta final de la NFL, por lo que se multiplican los pretextos de convivencia, en los cuales siempre está presente, al menos, el alcohol y botana, por decir lo menos.
Podría parecer campaña publicitaria escribir “todo con medida”, por ello más bien sugiero que la prudencia y el sano juicio sean nuestros mejores acompañantes.
Y sobre el mito de que diciembre es un mal mes para dejar de beber o consumir, que muchos dejan para enero ese “propósito”, puedo dar testimonio de consultantes que tocaron fondo a finales de noviembre, se internaron en el último mes del año y hoy viven una vida útil y feliz sin alcohol ni drogas, con años de recuperación.
No es necesario llegar a ese extremo si entendemos que esta época de por sí es emocional y puede agravarse con cualquier tipo de exceso de alcohol o drogas.
Si estás en recuperación y te pasa la brillante idea de consumir en estas épocas pregúntate, ¿Qué ganarías al hacerlo y qué perderías? Saca el balance y la decisión es tuya.
Y si aún no has desarrollado la enfermedad, cuídate de una mala posada y ten en cuenta que aunque tú estés bien en la calle siempre puede haber una persona intoxicada que pueda dañarte.
Mis deseos para todos es que este mes sea verdaderamente festivo y no uno con tragedias que lamentar.
Recuerda, las adicciones son una enfermedad que no hace distingos.
Prudencia, sano juicio, y feliz cierre de año.
“Las adicciones son una enfermedad que no hace distingos”