Salen a enterrar sus demonios
Pumas recibe a América en Ciudad Universitaria, con la oportunidad para el equipo de David Patiño de cobrarse los tragos amargos que les ha propinado el cuadro azulcrema en los últimos tiempos
No hay juego más pasional que una serie entre Pumas y América y si es en Liguilla un tanto más. Esta noche, Universidad recibe en el estadio Olímpico a las Águilas, con cuentas pendientes entre ambos, porque el torneo anterior se cruzaron en cuartos de final y ahí, los de Coapa arrollaron a los universitarios. Y hace poco más de tres meses en el estadio Azteca le sacó un empate de último minuto —con dos hombres menos— al conjunto de David Patiño. Aquella noche fue de éxtasis para los azulcrema y de mucha frustración para los del Pedregal.
La Liguilla los ha puesto cara a cara nuevamente, con el premio mayor de que el ganador de la serie se instalará en la final del torneo. Un premio mayúsculo que, sin duda, traerá secuelas positi- vas (para el ganador) como negativas (para el perdedor).
Es la hora para que Universidad dé un paso al frente, igual como lo hizo con esa racha adversa que tenía ante Chivas, fueron más de 30 años en los que Pumas no vencía al Rebaño Sagrado en Guadalajara y este semestre lo hizo por partida doble, en la Copa y en Liga. Del mismo modo se hablaba de que no podía derrotar a Tigres, y ocurrió el domingo pasado, cuando el equipo de David Patiño eliminó a uno de los candidatos a pelear por el título.
Ahora toca América, un equipo que se ha convertido en un dolor de cabeza, más con Miguel Herrera en el banquillo azulcrema, porque el Piojo no sabe lo que es perder ante los universitarios, no importa en qué estadio sea el juego ni qué entrenador esté del lado felino, el timonel de las Águilas se mantiene invicto.
En mayo pasado, los Pumas de Patiño sucumbieron de fea forma ante el América de Herrera, los cuartos de final arrojaron un doloroso 6-2 global. Un golpe muy duro para David, que se mantuvo en su cargo. Y este mismo semestre, en la Jornada 7, las Águilas le sacaron un empate agónico a dos goles, cuando los del Pedregal tenían dos hombres más. Dos golpes muy duros de los que Patiño debió aprender mucho.
Universidad ha madurado, su rostro ha cambiado, se fue Nicolás Castillo y el equipo subsistió, este semestre luce como un conjunto con más variantes en el que no se depende de un solo hombre para hacer daño. Ante Tigres mostró madurez y fue un equipo decidido, si es capaz de mantener esas revoluciones, puede meterle miedo al América, que si bien avanzó en la serie contra Toluca, su rendimiento global dejó mucho que desear, porque acabó el juego de vuelta con el rosario en las manos y pidiendo la hora.
América sabe ganar en CU, no hay mejor motivación que un clásico para avanzar a la Final del Apertura 2018. Tras su regreso a Coapa, el Piojo no ha podido instalarse en la serie que defina al campeón y la presión para llegar a ella es cada vez más grande, pero enfrente tendrá un equipo que no le cederá nada.
Una serie pasional y emotiva en la que en el primer capítulo de esta noche, Pumas tiene la oportunidad de empezar a desterrar otro de sus demonios, mientras América tratará de conservar esa hegemonía que ha logrado sobre Universidad.
David Patiño ha empatado dos juegos y perdido otros tantos ante América