Desacato versus unidad
Másdeunrepresentantede los sectores de la sociedad poblana, incluida la Iglesia, además de los principales protagonistas del conflicto poselectoral, han hecho un reiterado llamado a la unidad de los poblanos, y darle vuela a la página, sin renunciar a principios ideológicos y políticos.
En una controversia mercantil, civil o familiar, son finalmente los respectivos tribunales, que con base en las leyes, imparten justicia, preservando el derecho de las partes a recurrir hasta la última instancia, como ocurrió con el tribunal electoral federal, donde se emitió el fallo de validez de la elección.
Los tribunales y las leyes son para acatarse, y por supuesto existen tribunales internacionales para dirimir litigios comerciales, como lo hay para los temas electorales y derechos civiles, como ocurre con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Ignorar a la resolución de los tribunales, de jueces, magistrados o ministros, además de descalificarlos e insultarlos -sin prueba alguna- de corromperse para emitir un veredicto, solo puede entenderse como un “desacato” al cumplimiento de la ley.
Posturas como la del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de negarse a visitar la entidad y reunirse con la gobernadora electa, Martha Erika Alonso, es un acto de desacato a la
MORED/CASTAS ley, pero de “castigo” a los poblanos.
Lo mismo ocurre con la actitud asumida por el presidente de la Mesa Directiva y el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado, al negarse a cumplir con la ley para el traslado de poderes, con el argumento partidista de no estar de acuerdo con el fallo del tribunal electoral federal.
Es muy entendible la postura de los diputados Gabriel Biestro y José Juan Espinosa, desde la óptica de sus posturas partidistas, pero injustificables como representantes del Poder Legislativo, cuando deberían ser los primeros en acatar la resolución del Poder Judicial Federal, a través del TEPJF.
La grave situación del estado y el país en materia de seguridad pública, inequidad social y el crecimiento económico, no aguanta más las posturas de encono, odio, división y el maniqueo para eliminar al contrario.
“Los tribunales y las leyes son para acatarse”