Milenio Puebla

Peláez es sinónimo de éxito

Futbol mexicano. Triunfó en América y ahora busca romper la sequía de títulos de Liga con Cruz Azul

- EDUARDO ESPINOSA

En América triunfó y en Cruz Azul está muy cerca de hacerlo. Si hay una figura que destaca más allá de los futbolista­s y entrenador­es que se verán las caras este jueves y domingo en la disputa del título del Apertura 2018, ésa es la de Ricardo Peláez Linares.

El directivo es el común denominado­r entre ambas institucio­nes, pues hace unos años condujo al América a una nueva época dorada con la consecució­n de dos títulos de Liga en cuatro Finales disputadas, así como dos Ligas de Campeones de la Concacaf. Y ahora, con La Máquina, ha empezado a reescribir la historia de este club que ya presume la Copa Mx de este semestre.

Sí, está claro que lo de Ricardo Peláez no es una coincidenc­ia. Los títulos avalan la carrera de un directivo que ya tuvo la oportunida­d también de estar en dos ocasiones en la selección mexicana.

El pasado azulcrema

Y fue precisamen­te en aquella Final del Clausura 2013 cuando Ricardo Peláez logró su primer título como presidente deportivo del América. Al año de haber llegado a la institució­n azulcrema, Peláez vio recompensa­da la apuesta que había hecho por Miguel Herrera y todo el grupo de jugadores que fue contratand­o en los semestres anteriores. Sí, ante un Cruz Azul que se quedó a solo unos minutos de romper su sequía.

Luego, los títulos siguieron cayendo para el América de Peláez. Cada entrenador por el que apostó logró algo: Mohamed, el campeonato del Apertura 2014; Matosas, la Concachamp­ions de 2015; Ambriz, la del 2016. Y La Volpe, se quedó a solo unos instantes de darle el del Apertura de ese año.

El presente celeste

En el momento que Ricardo dejó al América (Clausura 2017) se convirtió en el directivo más codiciado del futbol mexicano, luego de que su trabajo derivó en títulos para el cuadro de Coapa. Por eso no fue raro ni casual que Cruz Azul lo mirara de reojo en el segundo semestre del año pasado. Hablaron en algunas ocasiones, pero sin acuerdo alguno.

Y todo marchaba bajo estas condicione­s hasta que a mediados de este 2018 ambos decidieron cruzar sus caminos. Peláez fue el fichaje bomba de La Máqui-

na previo al inicio de este torneo. Ningún directivo había generado tanta expectació­n como él y la seguidilla de fichajes de jugadores empezó a incrementa­r la ilusión de la afición celeste.

Lo demás ya es bien sabido, Cruz Azul fue el mejor equipo de la fase regular con 36 puntos, consolidán­dose como la mejor defensiva del torneo y el mejor local; además, hace unas semanas conquistó la Copa Mx en la casa del Monterrey.

El directivo y Pedro Caixinha le han podido dar un nuevo rostro a este Cruz Azul, que hoy luce más sólido, con mayor temperamen­to y una gran determinac­ión. Queda el paso más importante, el que puede consagrarl­o como un directivo de época.

La ambición de Peláez

Ricardo es un hombre de carácter fuerte, pasional en su trabajo profesiona­l. Tanto con América como con Cruz Azul ha demostrado que es firme en la toma de decisiones y en los objetivos que se traza. En ambos clubes nunca rehuyó al compromiso de los títulos ni de expresarlo públicamen­te.

Tampoco pidió paciencia. Cuando llegó a La Máquina encontró un proyecto de trabajo ya encaminado por Pedro Caixinha, al cual se adaptó y potenciali­zó con sus conocimien­tos; eso sí, desde un principio delimitó las funciones de cada protagonis­ta para que la sinergia pudiera ser en armonía. de época.

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