“Alonso inicia la etapa más importante para dirigir la entidad”
Los cambios en este país son para aprovecharse, y el nuevo gobierno en el estado debe considerar el momento actual como una oportunidad de cambio estructural y modificar la forma de hacer gobierno.
Al asumir hoy la gubernatura la primera mujer, además de lo histórico por razones de género, debe trascender ante los grandes retos para consolidar el desarrollo del estado, desechando lo que no sirva, en el nuevo entorno nacional de la cuarta transformación del gobierno federal.
Martha Erika Alonso, la primera titular del Ejecutivo egresada de las universidades de las Américas de Puebla (Udlap) e Iberoamericana de Puebla (UIA), debe refrendar en el gobierno la vocación democrática que demostró para defender su triunfo ante las autoridades correspondientes.
Ante el avasallamiento del lopezobradorismo que llevó a su partido al gobierno de la República, al predominio de las cámaras federales, gubernaturas y cientos de ayuntamientos, el gobierno de Martha Erika Alonso puede presumir de sobrevivir al tsunami electoral.
Al tomar protesta hoy como gobernadora constitucional, Martha Erika Alonso inicia la etapa más importante para dirigir la entidad en una época de pesos y contrapesos, con un Poder Legislativo con mayoría opositora, y una administración federal que no dará fácil su brazo a torcer.
La mandataria poblana debe mantener la gobernabilidad haciéndose acompañar por la sociedad poblana, frente a “focos” de intransigencia de un sector de Morena que le apuesta al sabotaje de las acciones de gobierno.
Aliarse con los sectores de la sociedad y evitar encuartelarse con los partidos políticos que la llevaron al cargo, sería el mejor mensaje de Alonso a los poblanos, porque gobierna para todos, y no para “Por Puebla al Frente”.
Puebla no puede ser rehén de la intransigencia política y anti democrática de un grupo de Morena, que tiene como bandera la venganza y el odio, para ello se deben fortalecer las instituciones y aislar los intentos de crear un ambiente de ingobernabilidad.
La entrante administración no tiene ningún margen de gobernar los errores y excesos, debe mostrar su vocación democrática, ser transparente, mantener los indicadores de crecimiento económico, pero, principalmente, aliarse con la federación para abatir la inseguridad pública.
“Martha Erika inicia la etapa más importante para dirigir la entidad”