“Nadie y todos se salieron con la suya en esta batalla por Roma”
La buena noticia, si usted no alcanzó a ver la película de Alfonso Cuarón anoche en Los Pinos, o en el Teatro de la Ciudad en las últimas dos funciones que se llevaron a cabo antes de que la subieran, como habían prometido, el día de hoy a Netflix, es que ya no se tiene que estar peleando por boletos, que ya no hay o que parece imposible averiguar cómo conseguir.
Si todo salió como estaba planeado, nadie y todos se salieron con la suya en esta batalla entre exhibidoras y nuevas plataformas, que jamás se trató de buenos o malos, sino de la evolución de un negocio que parece ser inevitable, pero al menos hoy, ni siquiera por una obra maestra como Roma, se hizo esa excepción.
¿Qué me preocupa ahora? Que como los críticos y la mayoría de aquellos que tuvieron la oportunidad de gozar esta cinta en un cine, en un buen cine con todo lo que eso implica en calidad, sonido y proyección, dijimos cosas tan hermosas de esta cinta, tal vez algunas de ellas no vayan a ser apreciadas por quien decida verla en su teléfono celular. Está bien, nos lo dijo la misma Sandra Bullock cuando hablábamos de la hermosa casualidad de que suc in taBird Box se estrenó en Netflix con pocos días de diferencia de su tan querido director Alfonso Cuarón. “Aún hay para todos. Y cintas como estas no se hubiesen financiado en un estudio tradicional”. Y ahí la ironía cuando se hace un trabajo con tanto amoral os detalles cinematográficos. Donde más se apreciaría no tiene el pacto para llevarla a sus pantallas a nivel masivo, porque cree que va a perderlo todo, incluyendo tres meses de ventas de palomitas si cambian las reglas, y de pronto aparecen los Avengers al mismo tiempo en el streaming que en la pantalla. Estamos muy, muy lejos de eso. Creo que se podrían unir todos en son de paz y crear una categoría, hasta a modo de concurso, para las películas que deban ser diseñadas para la taquilla. Su premio, quedarse con esa ventana de tres meses, por el otro lado, el premio a materialmuy particular, podría gozar de excepciones .¿ Se podrían organizar? No lo sé. Ojalá.
El entretenimiento ya sobrevivió a la aparición y muerte de Napster, la casi nula existencia de cadenas que venden libros a escala mundial, discos mucho peor ,¿ televisión? No crean que los gustos han cambiadotanto, solo los modos y el deseo de la inmediatez.
Ahora, ya que ustedes pueden ver Roma donde sea, ojalá busquen el mejor sonido y calidad posible, pero, aunque no lo hagan, la pura historia de esta familia, particularmente de Cleo, es para que se les quede en el corazón para siempre. No nos hagan caso a los críticos y a los que hablamos de industria en el momento en el que piquen play. Solo gocen. Sientan. Cambien. Vivan. De eso se trata a fin de cuentas cuando se hace bien el arte.
Nos lo dijo la misma Sandra Bullock: “Estas cintas no se hubiesen financiado en un estudio tradicional”
¿En serio?
Entiendo que son de lo más efectivo para llamar la atención en un tuit, pero ¿de verdad nuestra flamante Secretaría de Cultura debería estar usando emojis y no palabras en sus mensajes?