Pablo Ruiz
“Gonzalo Juárez Méndez no era un dirigente natural”
El principal adversario del líder del sindicato “Benito Juárez” del Ayuntamiento, es el mismo “dirigente” Gonzalo Juárez Méndez.
Inventado desde el poder político para ocupar la vacante de Israel Pacheco, enredado en lealtades político electorales y en dinero, que al final lo llevaron a prisión, Juárez se hizo cargo de la dirigencia sindical, legitimando su ungimiento con mil 500 votos, de los mil 800 del padrón sindical.
Pero Juárez no era un dirigente natural, por el contrario, postizo, y empezó una vida de privilegios como “gerente” sindical y no como dirigente.
Le endosan a Rafael Ruiz, el entonces secretario administrativo del Ayuntamiento, que Gonzalo Juárez vivía y se comportaba con “rey”, exigiendo a la base sindical le rindiera culto y que se refirieran a él como “nuestro señor secretario”, al grado de hacerlo candidato a “alcalde”.
En las asambleas sindicales, además de maltratar a los trabajadores, les prohibía ingresar con celulares, y los delegados en las dependencias, sus incondicionales, eran más “orejas” de Gonzalo que representantes de los trabajadores, denunciando a quienes se oponían a él.
A Juárez le cambió la vida personal el ser impuesto como dirigente; siempre detrás de las cuotas sindicales, escondió pagos adicionales del Ayuntamiento de más de dos millones de pesos, de los cuales nunca rindió cuentas.
El líder sindical vio crecer su patrimonio personal y utilizó el cargo para hacerse de una escolta personal de seis ex militares que le pagaba el Ayuntamiento, con autos propios y de la administración.
Esos ex militares organizaron al grupo de choque para auto reventarse la asamblea sindical del pasado fin de semana, para acusar a Pacheco de la “agresión”.
Juárez lapidó el apoyo gremial por su actitud arrogante y autoritaria, al extremo de maltratar a los trabajadores, y con 24 mil pesos de salario al mes, no puede aclarar cómo amplió sus propiedades y vehículos.
Llegará en breve la notificación al Tribunal Administrativo del desconocimiento de Juárez como líder sindical, y será la primera prueba para la alcaldesa, Claudia Rivera, sobre si respeta la decisión de los trabajadores o privilegia los acuerdos secretos con Juárez.
Juárez lapidó el apoyo gremial por su actitud arrogante y autoritaria