El fenómeno de Aristemo
Sabía usted que el producto más exitoso de la televisión mexicana es una telenovela gay? Este país de machos no solo sigue apostando por la televisión abierta y por los melodramas seriados, está enloquecido por la historia de Aris (Emilio Osorio) y Temo (Joaquín Bondoni), dos homosexuales que salen en Mi marido tiene más familia de Las Estrellas.
No es una apreciación personal. Más allá de los altísimos ratings de esta producción de Televisa, estos muchachos, que el público conoce comoAristemo,hansidotrending topic tripleenunmismodía.Ycon la participación de audiencias de todo el continente. Los números no mienten. Aquí hay fanáticos que viven en México pero también enCalifornia,Chile,Colombia,Venezuela y Perú.
Ni Game of Thrones en sus mejores capítulos puede presumir aquí de algo así. El fenómeno de Aristemo es tan grande que Juan Osorio, el productor de este cañonazo, ya anunció que le quiere hacer una serie a estos personajes. ¿Se imagina usted el éxito?
¿Cuál es la nota? Todo. Dicen que nadie está viendo televisión abierta. No es cierto. Dicen que las telenovelas están muertas. Mentira. Dicen que la televisión mexicana es conservadora. Para nada. Dicen que aquí está prohibido hablar de homosexualidad. Falso. Dicen quenuestraspantallaspromueven la homofobia. Claro que no.
Dicen que estos temas no venden, que nadie los quiere ver, que las audiencias los rechazan. No, no y mil veces no. Aristemo es un parteaguas en la historia de la televisión nacional porque no solo cautivaalosmiembrosdelacomunidad LGBTTTI. Los primeros en apoyarla son los heterosexuales.
El conflicto de estos dos hombres no llegó como normalmente llegan las subtramas gay a las tele- novelasmexicanas,comounasunto de nicho o de ruptura. Aristemo entró de manera natural, sin más o menos importancia que otras historias, desde una perspectiva adolescente y popular.
Resultado: el gran público de la televisión abierta se identificó inmediatamente con ellos más allá de su orientación sexual y pide besos, y pide ternura, y pide que les vaya bien.
Nunca se había visto algo así y