Día del amor y la amistad. Ellas sólo quieren divertirse
Karen apoyó en la organización de una despedida de soltera y una amiga le contó que en estas tiendas podría comprar un paquete, que entre otros objetos traía una lotería de broma para adultos, cepillo dental, chupones, hielera y popotes
Recorren con la mirada las estanterías. Una camina al lado de la otra. Ambas visten camisa blanca, pantalón de vestir en color negro y zapatos formales también oscuros. Una de ellas se acerca a la otra y le susurra algo al oído, continúan el recorrido y después de un rato ambas salen de la sex shop, que se localiza sobre el bulevar 5 de Mayo esquina con la 27 Oriente.
Recorren con la mirada las estanterías. Una camina al lado de la otra. Ambas visten camisa blanca, pantalón de vestir en color negro y zapatos formales también oscuros.
Se ríen cuando los ojos de una de ellas se posan sobre un artículo y con movimientos de cejas lo señala.
Una de ellas se acerca a la otra y le susurra algo al oído. La respuesta es una sonora carcajada. Ambas dirigen la mirada a un dildo. Tras observarlo por unos instantes continúan el recorrido y después de un rato ambas salen del local que alberga a la sex shop, que se localiza sobre el bulevar 5 de Mayo esquina con la 27 Orien- te.
Metros adelante, una de ellas, quien porta lentes y el pelo pequeño estilo casquete corto, toma a la otra de la mano. Entrelazan los dedos y siguen avanzando.
Media cuadra después, detienen su andar y se dan un corto beso. Posteriormente, empiezan a intercambiar despedidas.
Es el momento que aprovecha el reportero para abordarlas. Luego de escucharlo intercambian miradas y una de ellas acepta la entrevista.
Su nombre es Karen y, al igual que su novia, labora en una sucursal de una cadena de restaurantes. Ahí fue donde se conocieron hace ya casi tres años. Desde septiembre pasado están comprometidas, aunque aún no está definida la fecha del enlace matrimonial.
Cuenta que ella fue la primera en acudir a una tienda de este género, porque apoyó en la organización de una despedida de soltera y una amiga le contó que ahí podría comprar un paquete, que entre otros objetos traía una lotería de broma para adultos, cepillo dental, chupones, hielera y popotes, “todos ellos en forma de miembro masculino. También traía globos y servilletas y no recuerdo qué más”.
Después visitó otro local acompañando a una amiga ““buga” (heterosexual) porque fui a adquirir lencería y “ropa atrevida”, pues se iba a ir de luna de miel. Ahí me llamó la atención varios de los objetos que vi. Por esa época conocí a Adriana y aunque al principio no me llamó la atención, sí me cayó bien. Al tiempo nos fuimos conociendo más y la amistad se convirtió más estrecha hasta que llegó el amor y seguimos juntas”.
Añade que ya como pareja, un día decidieron probar el gel clitoral y luego una crema sensibilizadora de clítoris. “La verdad sí te ayuda bastante”.
Por su parte, Adriana comenta que sí le dio un poco de pena el entrar la primera vez a una sex shop. “Pero después se te pasa y todo lo tomas con naturalidad. Ahora venimos y les preguntamos a las personas del mostrador cómo funciona tal o cual producto y como ellos te hablan amablemente y sin inhibiciones, pues pronto agarras confianza. Además, aquí siempre aprendes algo nuevo”.
La secunda Karen: “No hay nada de qué espantarse. Esto es algo muy natural y ojalá mucha gente se atreviera a disfrutar de su sexualidad. Aquí hay una gran variedad de juguetes sexuales, ropa, vídeos, en fin, muchas cosas de ese estilo”.
Finalmente, presumen que tienen contemplado adquirir próximamente un lelo (vibrador o estimulador, según su diseño). “Pero vamos a ver, porque algunos sí están un poquito caros” explicó.
“El 50 por ciento de sus clientes está en un rango de edad de los 40 y hasta los 50 años”
“Las ventas se incrementan del 35 al 50%, en promedio llegan a gastar mil 500 pesos”.
PARA NUEVAS EXPERIENCIAS NO HAY EDAD
Aunque en la Sex Shop ubicada en el interior del centro comercial plazaSanFrancisco,el50porciento de sus clientes está en un rango de edad de los 40 a los 50 años, han registrado compradores de poco más de 80 años, quienes adquirieron dildos y vibradores.
“Para probar nuevas experiencias no hay edad”, asegura Jonathan, quien alterna sus estudios universitarios con la atención del citado local.
Comenta que previo y durante la celebración del 14 de Febrero, susventasseincrementandel35al 50porciento.“Enpromediollegan a gastar mil 500 pesos”.
Dice que si los compradores llegan en pareja adquieren dildos o kits de masajes, pero si van solos “normalmente se llevan lubricantes”.
Mencionaquesonheterosexuales sus principales compradores. “Pero a todos les llaman mucho la atención los dildos, más los de mayor tamaño”.
Respecto al funcionamiento y uso de los artículos, acepta que sólo algunas personas le llegan a preguntar,“losquesonmásliberales”.
Selecuestionacuáleselartículo más raro que le han llegado a pedir y dice que ninguno, “porque nada es raro, porque para mí todo es muy común actualmente en este mundo cuando trabajas acá”.
De igual forma, se le pregunta si sus clientes vuelven a regresar y responde que sí. “Los más frecuentes es por lubricante, es lo más común que por algo extravagante”.