Milenio Puebla

Diane von Furstenber­g, millonaria y estelar de un cuento de hadas

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Dice un viejo refrán que, de la moda, lo que te acomoda, y fue con un pensamient­o similar como Diane von Furstenber­g pasó a la historia, al ser la creadora del famoso wrap dress o vestido cruzado, un invento que revolucion­ó la vida de muchas mujeres y que le permitió acumular una fortuna valuada en 300 millones de dólares.

Nacida en Bruselas, Furstenber­g fue hija de una sobrevivie­nte del Holocausto, de quien heredó la creativida­d para el diseño. Desde muy pequeña tuvo la oportunida­d de estudiar en distintos países como Inglaterra, España y Suiza.

Fue precisamen­te mientras estudiaba economía en la Universida­d de Ginebra, en Suiza, donde conoció al príncipe Egon von Furstenber­g cuando contaba apenas con 18 años, con quien se casó en 1969 y poco tiempo después tuvo dos hijos.

Ya casada y con un título de princesa, Diane se mudó a Nueva York y aunque su matrimonio duró únicamente tres años, decidida a emprender fundó su propia marca.

En aquellos días, la diseñadora se dio cuenta de que muchas mujeres vestían combinando blusas cruzadas y faldas del mismo color, de esta manera inventó una prenda en la que ambas se fusionaran y fue así como en 1974 nació el wrap dress, el cual se convirtió en un elemento icónico de la moda por su diseño ligero y cómodo.

En ese mismo año, lanzó su primer perfume, al que llamó “Tatiana” en honor a su hija, además, agregó una línea de cosméticos a su marca DVF.

El éxito fue tal, que para 1975 se producían alrededor de 15 mil vestidos por semana y para el año siguiente, la marca había vendido 5 millones de wrap dresses aproximada­mente.

A pesar del triunfo que esto representó para su compañía, a finales de los años 70 Diane decidió vender su línea de ropa, fragancias y cosméticos y se mudó a París.

Sin embargo, a finales de los años 90 regresó a Estados Unidos para volver a adquirir su empresa y relanzó su firma con un concepto más fresco e innovador.

Además, fungió durante varios años como presidenta del Consejo de Diseñadore­s de Moda de Estados Unidos y creó los Premios DVF, con los cuales busca homenajear a mujeres líderes e inspirador­as de los últimos tiempos, entre algunas de las galardonad­as destacan Oprah Winfrey, Alicia Keys y Hillary Clinton.

Actualment­e, la marca DVF ha agregado nuevos productos a su catálogo como bolsos, gafas de Sol, zapatos y joyería.

La firma cuenta con aproximada­mente 55 tiendas en el mundo y, de acuerdo con Forbes, su dueña tiene una fortuna de 300 mdd.

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