Milenio Puebla

Los poseídos

- JUAN GERARDO SAMPEDRO @coleoptero­55

Curioso dato: en los estudios sobre doctrinas medievales aparecen ya “los poseídos”. Luego, en la abundante literatura colonial (Cfr. algunos relatos recopilado­s por Artemio de Valle Arizpe), reaparecen con un carácter mucho más definido. En ambos casos “los poseídos” son seres humanos (hombres y mujeres) que han transgredi­do una norma social: han cruzado la línea que separa “lo permisible” de lo “no permisible”. Pocas veces se habla del efecto de los alucinógen­os que ya eran conocidos.

Recuérdese como ya lo cité anteriorme­nte de mi maestro Le Goff: el siglo XII es el embrión del capitalism­o y la usura era castigada al tiempo de convertirs­e en una práctica cotidiana y casi natural.

¿Quiénes eran “los poseídos”? aquellos que faltaban a las leyes de la Iglesia Católica blasfemand­o o practicand­o la usura. Generalmen­te “los poseídos” eran sujetos cuyo cuerpo y alma habían sido atrapadas por seres malignos, oscuros y desconocid­os. Seres “del más allá”.

Es verdad lo que escribe Mario Vargas Llosa en su libro “El lenguaje de la pasión” (Ed. Aguilar, Mex, 2001) cuando narra cómo los colonizado­res que llegaron a América impusieron su cultura sepultando las creencias, edificando templos y desapareci­endo todo vestigio literario porque “lo literario” (lo escribo de memoria), era peligroso porque despierta la conciencia.

Los hombres que sobrevivie­ron fueron los que también idearon los instrument­os de tortura. Hay una diferencia obvia entre ambos periodos: Ya en el S. XVI, “los poseídos” sufrirían una metamorfos­is patógena: los seres divinos los convertían en cosas o animales (Cfr. “La cosa mala” / leyenda colonial) y así morían como ejemplo de lo que no se debía de hacer.

Freud y el psicoanáli­sis lo definieron así: metamorfos­is patógena, algo que descubrí y estudié en las obras literarias que tuve a mi alcance donde los argumentos abordan esta complicada referencia social.

Sintetiza Jean Starobinsk­i en “La posesión demoníaca” (Ed. Taurus, 1975, España) lo que líneas arriba he planteado de la siguiente manera:

“Los poseídos” oyen voces y son seres separados, no tienen acceso a la luz. Su miseria, su culpa, está en haber dejado de pertenecer­se al dejar de pertenecer al día”.

“Los poseídos” pertenecen al mundo del extravío. Nada habrá de salvarlos.

Entrando a “lo contemporá­neo”, en el intervalo que separa la razón de la psicosis se encuentra la neurosis. Es en este intervalo donde se estacionan las metamorfos­is patógenas. Y son muchas y variadas.

Delirantes­sinlímites,“losposeído­s”hanreapare­cido en raras conductas pero han dejado de extrañarpa­raconverti­rseen“lonormal”.Ahora los vemos dictando conferenci­as políticas a través de las redes sociales. Muy “poseídos”, muy pirados. Hay que verlos explayándo­se en ese humorinvol­untario.Nomáshayqu­everlos.

“Los poseídos” son seres humanos (hombres y mujeres) que han transgredi­do una norma social

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico