Chayanne. El boricua deja su alma y derrocha sensualidad
El puertorriqueño entregó todo a las 10 mil personas que disfrutaron de su versátil espectáculo en el Auditorio Nacional
Chayanne enamoró al público del Auditorio Nacional con su Desde el alma tour; a través de un recorrido por su discografía ofreció una velada llena de romance, pero también provocó a sus fans con sus movimientos de caderas, de modo que no dejó que sus seguidores descansaran ni un minuto y ellos lo agradecieron con una energía que hizo retumbar al recinto.
“México lindo y querido, tienen un país tan bonito. Es muy emocionante estar aquí, gracias por abrirnos la puerta de esta tierra que me vio crecer; es muy bonito, gracias de corazón, México, por invitarme, por este cariño tan enorme que me dan, pero no es tan grande como el mío. Todo esto se hace con amor y esta noche, como siempre digo, pueden hacer conmigo lo que quieran”, dijo.
Y añadió: “Uno hace las cosas, pasan algunos años y uno sigue trabajando, cambiando ritmos musicales, cantado temas nuevos y canciones del pasado, con las que muchos hemos crecido; uno no sabe cómo van funcionar las luces, el escenario, no sabía ni qué pantalón ponerme, pero uno sabe que lo único que ha hecho toda la vida le llena de alegría porque también llena de alegría a muchas personas. Les mando un beso grande a todos ustedes”.
El cantante consintió al público: se acercaba a quienes estaban en primera fila para tomar sus manos y repartir un par de besos. Una fan aprovechó para darle una pañoleta que amarró en su cinturón durante una canción y luego fue a dejar a una esquina de la tarima; otra subió al escenario durante “Tiempo de vals” y él bailó unos segundos con ella y hasta se tomó una fotografía.
El público hizo lo propio, desde que las luces se apagaron el recinto estalló en una ovación; una manta que tapaba la vista al escenario cayó y otro grito hizo vibrar el recinto, en seguida, el boricua salió vistiendo una chamarra de cuero y comenzó a entonar “Torero”. Le siguió “Humanos a Marte”, para la cual ya se encontraba en una camisa sin mangas, mostrando su buen físico y sus sensuales pasos de baile.
En “Qué me has hecho” sus movimientos de cadera siguieron deleitando a sus invitados, que no paraban de silbar, aplaudir y gritar; la energía seguía subiendo con cada tema y gracias a la cariñosa atención del cantante, tanto que la gente decidió a levantarse de sus asientos y bailar con su rimo latino.
Cuando cantó “Tu respiración” se colocó una camisa animal print abierta y sobre una playera de tirantes negra; el romance también llegó con “Dejaría todo”, “Un siglo sin ti” y “Y tú te vas”. Durante “Madre tierra” aprovechó para presentar a sus bailarines y gritar: “Qué rico, qué delicia, vamos a estar toda la noche, necesitamos su energía”; luego siguió con “Boom Boom”, “Fiesta en América” y “Palo bonito”.
“Las que no sepan bailar merengue me las llevo para Puerto Rico. Yo tenía tres añitos y mi mamá ponía mi cabeza en su cadera para que aprendiera a bailar; así que el que quiera aprender solamente caminemos juntos y ahora bajamos la escalera, bajen, y ya"”, mencionó entre risas.
Para “Este ritmo se baila así” montó una coreografía que no dejó a nadie en sus asientos.
“Muchas gracias, se siente muy especial, yo soy de trabajar en equipo, gracias por acompañarme”; después presentó a su equipo.
El gran final que el boricua preparó para cerrar la velada fue al ritmo de sus grandes éxitos "Salomé", "Dime qué sientes tú "y "Provócame".
El cantante agradeció a sus seguidoras el cariño que le han dado siempre