La inspiración en la comunicación erótica
A veces necesitamos un empujón, un poco de inspiración para mejorar nuestra vida erótica. Hablar sobre los deseos puede ayudar a cumplir el objetivo
Por qué nuestra comunicación erótica no funciona? ¿Qué nos hace falta para poder hablar con nuestra pareja de asuntos relacionados con el placer, las prácticas eróticas, la manera en que queremos vivir el amor? Quizá porque lo vemos con demasiada formalidad y hasta seriedad. Por eso, el día de hoy quisiera que comenzaran hablando de lo que se les antoja, lo que les alebresta el cuerpo y el alma. No hace falta pensar demasiado ni estructurar fantasías elaboradas. Por ahora será una lluvia y una asociación de ideas. Aquí van algunas, para que después se dejen ir por cuenta propia.
Quiero quitarte la ropa lentamente, deslizando cada prenda por tu cuerpo como si estuviera abriendo un caramelo. Deseo ver cómo te masturbas cuando estás tú sola, libre de poses, de ángulos favorecedores. Escucharé tu risa mientras te penetro. Te puedo hacer sudar para ver tu cuerpo brillar entre mis brazos.
Depílate la entrepierna. Depílame con cuidado, decora mi pubis como siempre has querido hacerlo. Estrena ropa interior de encaje. Comeré sushi sobre tu vientre. Háblame después de hacer el amor, dime cómo te sientes. Bañémonos juntos, con agua caliente y el deseo goteando sobre nuestra piel. Quiero probar hacerlo en un jacuzzi. Ponte un condón con sabor a piña.
Llévame a una sex shop y regálame lo que más te guste. Esta noche tu vibrador será nuestro invitado para hacerte gozar. Estimúlame el clítoris mientras me penetras. Muerde mi oreja un poco más… más… más. Pon tu mano sobre mis senos mientras cabalgo sobre ti. Deja la televisión encendida: me gusta cómo se ve su luz sobre mi cuerpo desnudo. Háblame con un acento extranjero mienes tras aprietas mi derrière. Muérdeme los labios, colorea mis pezones con mi labial, besa mi espalda y mi cuello. Vístete de una forma diferente a la común, ponte una peluca, juega a ser alguien más mientras nos reconocemos en un bar. Guarda silencio durante todo nuestro encuentro. Vayamos a un hotel y hagamos el amor todo el día.
Las posibilidades son incontables… Lo importante es abrir la voz, atrevernos a decir lo que queremos o nos gustaría. No necesario hacerlo diario ni creer que si no lo hemos hecho antes somos aburridos, estamos viejos, es demasiado tarde para nosotros o somos demasiado tímidos. La simple variación puede ponerle picante a la relación, encender una chispa que está un apagada, levantar los ánimos; nos hará sentirnos deseados o deseadas, que entendamos que la pasión sigue habitando a nuestr@ amante.
Pueden hacerlo sin planearlo con anticipación, simplemente soltando la lengua a ver qué pasa. Realizarlo después de comentarlo con su pareja y hasta darse algunos días para reflexionar qué se dirán el fin de semana. Sea de una o de otra manera, dense chance de poner las manitas donde nunca antes, cierren los ojos, déjense llevar y sean felices.
Es importante abrir la voz, atrevernos a decir lo que queremos o nos gustaría