Barrera a productos de un solo uso abre camino a alternativos
Oportunidad. El siguiente año entrará en vigor la Ley de Residuos Sólidos en Ciudad de México, lo que impedirá el empleo de bolsas, tenedores, mezcladores, popotes, platos y vasos, entre otros, desechables
En 2015 la bióloga Christine Figgener hizo viral un video en el que se mostraba a una tortuga marina sufriendo por el daño de un popote incrustado en su nariz. El audiovisual puso en evidencia una vez más una de las mayores problemáticas del mundo moderno: la dependencia de envases y plásticos de un solo uso y las afecciones al medio ambiente que ésta trae consigo.
Ello ha puesto en relieve el impacto que genera el uso de estos materiales y ha generado una nueva tendencia de consumo a escala global para buscar una mayor eficiencia en el uso de envases y empaques de un solo uso.
El estudio La Economía del plástico, del Foro Económico Mundial, expone que de no modificar el consumo del material hacia 2050 el peso de los residuos plásticos abandonados en el mar puede superar el de todos los peces del planeta.
Un estudio de la consultora especializada en consumo, Kantar Worldpanel, señala que los mexicanos son cada vez más receptivos a nuevos productos, por lo que el gran reto de las marcas es optar por tener mayores innovaciones.
Con la aprobación a la reforma de la Ley de Residuos Sólidos en la Ciudad de México a inicios de mayo y que entrará en vigor a partir de 2020, se prohibió el uso de plásticos de un solo uso, como bolsas, tenedores, mezcladores, popotes, platos, vasos, cucharas, entre otros, lo que abre una oportunidad de crecimiento a las fabricantes de productos elaborados con materiales alternativos.
Opciones
En 2011, Scott Munguía encontró en la semilla de aguacate la oportunidad para realizar bioplástico. El fundador de Biofase planteó desde entonces una tendencia que ha ido en crecimiento y en la cual, con la aprobación a las reformas de ley, se abre la posibilidad de crecimiento para estas empresas.
“La nueva ley de residuos es un paso importante en materia ambiental, pero también nos propone un nuevo reto. Cambiar solo un vaso de unicel a uno compostable no hará mucha diferencia a menos que al desechar el vaso realmente se pueda someter a condiciones de composta muy específicas, de lo contrario, estará en el planeta por muchísimos años como cualquier basura”, dijo a MILENIO Xikotenkatl Flores, cofundador y director Comercial de la empresa social Cero Plástico.
La empresa trabaja, comercializa y genera información sobre los productos responsables con el medio ambiente, a fin de promover su reutilización.
“Acero inoxidable, vidrio, productos de bambú o silicona son los materiales que buscan los consumidores nacionales, principalmente de Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey”, dijo el directivo de Cero Plástico.
Añadió que se habla de reemplazar materiales, pero muchas veces es importante señalar que los materiales biodegradables requieren una composta para que realmente pueda reintegrarse al ambiente sin dañarlo.