El gobierno y sus conversos
En los últimos días, votantes de López Obrador publicaron, en la prensa y en las redes sociales, críticas a su gestión; es muy poco tiempo para haber provocado ya la desilusión de algunos de sus simpatizantes, aunque muchos otros, lo sabemos, continúan em
El cartujo se asoma al abismo, una vez más. Comprende a quienes votaron por Andrés Manuel López Obrador y ahora lo lamentan o se sienten traicionados y distantes de un proyecto encaminado al autoritarismo, con un congreso blandengue, con el desprecio a los organismos constitucionales autónomos, a las organizaciones de la sociedad civil, al arte y la cultura. Los comprende, con todos sus defectos era para ellos una alternativa ante un sistema podrido, injusto, corrupto. No imaginaron las consecuencias de su voto, el acelerado retorno a la presidencia imperial, al país donde todo lo decide —o pretende decidirlo— un solo hombre, quizá bien intencionado pero incapaz de reconocer y mucho menos de enmendar sus errores, rodeado de sumisos y lambiscones (quienes han osado levantar la voz están fuera del gobierno), proclive a la ofensa, intolerante a la crítica.
En su largo camino a la Presidencia de la República, López Obrador contó con el apoyo de miembros de la comunidad cultural, degentetanlúcidacomoCarlosMonsiváiso José María Pérez Gay. ¿Cuál sería la opinión de ellos ante un gobierno dispuesto a todo para no enemistarse con Donald Trump, de recortar el presupuesto a la salud y a la culturaconelpretextodelaausteridad,deatentar cotidianamente contra las instituciones democráticas, de militarizar al país bajo el disfraz de una guardia nacional?
Ficción orwelliana
En los últimos días, votantes de López Obrador publicaron, en la prensa y en las redes sociales, críticas a su gestión. Es muy poco tiempo para haber provocado ya la desilusión de algunos de sus simpatizantes, aunque muchos otros, lo sabemos, continúan embelesados con él y sus promesas.
La poeta y ensayista María Rivera, presidenta del PEN Club México, en respuesta a una pregunta de la cofradía, dice:
“En principio, mi decepción provino de la aberrante militarización de la seguridad pública, que propuso con una reforma constitucional gravísima, que pretendió entregarle el control del país a los militares y que, por fortuna, consiguió solo parcialmente con la creación de la Guardia Nacional. Considero una ‘alta traición’ la activación políticadelosmilitaresenlavidapública.Además, (AMLO) ocultó deliberadamente sus intenciones en la campaña. Creo que esa es una de mis más grandes decepciones.
“En segundo lugar, el ataque sistemático, en las mañaneras, a organismos de la sociedad civil, defensores de derechos humanos, organismos autónomos, académicos, científicos, mujeres pobres, violentadas, escritores, periodistas, en fin, todo aquel que se oponga a susreformasdeausteridad(ocontrol),desvirtuando hechos y mintiendo para ello: el nivel de tergiversación que ha hecho de la realidad para manipular a un ejército de ciudadanos incautos es obsceno y una total decepción.
“En tercer lugar, la conformación del gabinete de Cultura y la conversión de la Secretaría de Desarrollo Social en Secretaría de Bienestar, transformándola en un órgano ideológico propagandístico de esa ficción orwelliana que llaman ‘la cuarta transformación’, el despido de muchísimo trabajadores ya precarizados, la ‘reorientación’ de los programas culturales, la exclusión de la comunidad artística ¡de las políticas culturales!, la visión, clasista y miserable, de que los pobres se merecen lo que tienen: no Bellas Artes, ni acceso al patrimonio artístico, sino ‘arte’ local ejecutado por aficionados y gestores culturales. (La destrucción de los sellos editoriales del Estado, centralizados en el FCE, por cierto, es de una gravedad inaudita. Todos los libros sometidos a los caprichos dictatoriales de un funcionario que decidirá, él solito, qué se publica y qué no en función de sus filias ideológicas y sus compadrazgos). Decepción indescriptible, debo decir”.
María Rivera critica también cómo AMLO ha violentado la laicidad del Estado, la entrega de la política interior a Donald Trump, “convirtiendo al Ejército mexicano enpolicíamigratoriagringa”,eldesmantelamiento de las instituciones y la construcción de clientelas electorales, “como hacía históricamente el PRI, terrible decepción”.
Traición política
En Facebook, Cuauhtémoc Medina, curador en jefe del Museo Universitario Arte Contemporáneo de la UNAM, escribió:
“Si el régimen de AMLO va mostrando ser una farsa y una traición al proyecto que muchos apoyamos en su momento, el de una izquierda nueva, estemos claros que no nos toca ‘arrepentirnos’ de nuestra decisión. (..) Esto no es ‘nuestro error’: es una traición política. Por eso criticamos, protestamos y nos movilizamos”.
También en Facebook, el doctor Octavio Rodríguez Araujo, profesor emérito de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, al despedirse de su labor como analista político, dijo:
“Recientemente, además de las amenazas no muy veladas desde el poder, recibí una gigantesca ola de bots que automatizaron, en perfecta sincronía, respuestas a un artículo en Facebook que no gustó a los seguidores de Morena y de su principal líder. Yo no puedo contrarrestar ese tipo de agresiones, ni me atrae hacerlo. (…) Confieso que nunca pensé que el triunfo de un movimiento que apoyé por muchos años se convertiría no solo en una decepción, sino en una amenaza a la libertad de expresión quedisfrutéporvariasdécadas,quehandisfrutado muchos articulistas también”.
Mientras esto sucede, López Obrador se prepara para celebrar el primer año de su victoria con una gran pero austera pachanga en el Zócalo. Están todos invitados.
Queridos cinco lectores, El Santo Oficio los colma de bendiciones. El Señor esté con ustedes. Amén.