Las historias de Leila Guerriero, referente de la crónica hispana
Leila Guerriero se ha convertido en un referente de la crónica, no solo en habla hispana sino en muchas otras lenguas, quizá porque su manera de entender al género va más allá de lo noticioso o anecdótico: se centra en personajes que forman parte de una región o se caracterizan por una práctica en especial, pero cuyas historias de vida trascienden lo local y ofrecen un panorama más amplio de la realidad.
Ya lo había practicado en un libro como Una historia sencilla, publicado por Anagrama, en dondela periodista argentina cuenta la vida del bailarín Rodolfo González Alcántara, un practicante del malambo, baile tradicional entre los gauchos argentinos, sobre el cual se realiza una competencia desde 1966: el Festival Nacional del Malambo de Laborde.
Ahí se encontró el hijo de una familia modesta queseen tren a para participar en el festival, mientras su historiase acompaña de la de un amigo que hace el largo viaje para verlo bailar o de sus padres, quienes viven en su transporte porque no tienen para pagar el hospedaje.
Ahora voltea la mirada a un personaje más conocido, considerado entre los pianistas argentinos más importantes del siglo X X, cuyos esfuerzos son muy diferentes, pero que le ayudan ala periodista argentina a contara una porción de la sociedad preocupada por la estética y las reglas del protocolo, que Bruno Gelber conoce a la perfección.
Se trata de Opus Gelber, también aparecido bajo Anagrama, en donde Guerriero reconstruye a un hombre complejo y fascinante,
“de fortaleza asombrosa, con gran inteligencia y sentido del humor, entregado al piano, pero también interesado en los programas del corazón y la vida de los artistas”.
Una biografía, una crónica o una obra de ficción literaria. El narradores paño lJuanJ os éMillás recuerdaque se podría leer como una larga crónica, “porque así es como nos lo venden, pero lo leeríamos como una novela si hubiera aparecido bajo esa etiqueta”.
Por supuesto, el protagonista es fundamental dentro de Opus G el ber, pero no cabe duda que el estilo, la forma, la escritura de Leila le da otro sentido aloque podría pareceruna biografía, pero que termina siendo un largo ejercicio de escritura. Escritura, así, sin género.