El orgullo de ser entrenador mexicano
Boxeo. Alfredo Caballero estableció una escuela en Hermosillo que busca posicionarse en el plano internacional
Si hay alguien que puede poner emocional al entrenador mexicano Alfredo Caballero, ése es Juan Francisco Estrada y no solo por la historia del monarca que fue sorprendido por la orfandad a muy temprana edad, también porque juntos compartieron durante años el sueño de alcanzar la gloria y hoy lo están materializando.
“Cada vez que Juan Francisco logra algo me lleno de sentimiento. Fue mi primer boxeador y juntos pasamos por mucho. Es algo bien diferente, pues los dos venimos desde abajo”, dijo en entrevista con La Afición,
el entrenador quien desde Hermosillo pretende demostrar al mundo del boxeo que no solo en Estados Unidos hay buena calidad en gimnasios.
Bajo sus órdenes no solo está El Gallito, quien recientemente dio cuenta del peligroso Srinsaket Sor Rungvisai, duelo clave con el que se abrió la puerta de los libra por libra para ser el tercer mexicano contemplado en la selecta lista, también se encuentra el monarca yucateco Miguel Berchelt.
“Es un equipo muy sólido, con muchachos que dejan todo arriba del ring y que sin su talento y esfuerzo todo esto no sería posible. Estoy muy orgulloso de hasta donde hemos llegado y lo que aún podemos hacer”, abundó, no sin antes asegurar que su meta es que se volteé a ver Hermosillo, no solo por sus altas temperaturas, sino también por ser una “ciudad donde nacen campeones del mundo”.
Caballero, quien aseguró tener mucho en común con sus peleadores, pues también quiere ser el número uno en lo que hace, reveló que las propuestas para emigrar al extranjero no le han faltado y más cuando se trata de competir por el reconocimiento al mejor entrenador a escala internacional. Pero insiste en que solo su trabajo hablará, sin importar el lugar donde trabaje.
“Así como el nombre de Nacho Beristáin se escucha por todo el mundo, también quiero que el mío suene. El boxeo va revolucionando y hay muy buenos entrenadores. La competencia es buena”, estableció.