César Yáñez y el arte de la espera política
Desde 2006 y hasta 2018 viajó siempre a su lado. Con él recorrió cinco veces el país. A veces en los eventos de Oaxaca solo eran ellos dos, cuando nadie les creía, en el momento más oscuro y en el municipio más alejado. Eran inseparables. El presidente Andrés Manuel López Obrador y César Alejandro Yáñez Centeno, el nuevo subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos en Gobernación.
Así se explica que este nombramiento de hace unos días, como el nuevo brazo y mente de confianza para el tabasqueño Adán Augusto López Hernández en el Palacio de Cobián, ha provocado más que especulación: preocupación para algunos y para muchos más esperanza, sobre todo respecto de los dos últimos años de este sexenio, que se antojan violentos y en donde se busca trascender el proyecto de Andrés Manuel López Obrador.
César Yáñez siempre ha sido su incondicional. Su partido no es Morena, y mucho menos el proyecto de la 4T, pero su jefe es
Andrés Manuel López Obrador. Incluso supo aguantar desde 2018, sin desesperación ni malas hambres políticas, lo necesario —más allá de los meses y los años— para reaparecer en la escena política, ahora que el Presidente le ha vuelto a otorgar la nueva encomienda.
Y vuelve a demostrar que entiende la política y los tiempos de la política, justo en el momento donde se necesita un profesional y, sobre todo, un incondicional que le ha demostrado capacidad. Un operador probado, vocero, confidente, eficaz y discreto.
Yáñez y ahora otro López están por emprender juntos un nuevo reto político. Hace 16 años, cuando lo hizo directamente con López Obrador, los daban por locos. No vaya siendo que de aquí a dos años repita la hazaña. La de cumplirle a su jefe, la de reafirmar su capacidad y la de llevar a una toma de protesta, a un nuevo presidente.
Palabras clave
Un juez de control instruyó al Ministerio Público a girar varios citatorios a funcionarios y ex funcionarios por el desplome en un tramo de la Línea 12 del Metro, aquel 3 de mayo de 2021, que dejó 26 muertos y 103 heridos. Uno de esos citatorios finalmente está dirigido a Florencia Serranía, quien cuestionada se negaba entonces a rendir cuentas o a renunciar, negando responsabilidad y argumentando: “yo solo soy la directora del Metro”. Solo que sea por eso.
Justo en el momento en que se necesita un profesional