Lorena Orozco. “Es un honor estrenar una ópera”
La compositora es hasta hoy la única mujer en tener una premiere en el Palacio de Bellas Artes con Zorroschinos, una combinación “muy sabrosa, y de repente drama”
La ópera Zorroschinos (2022), que tuvo su estreno el pasado domingo en Palacio de Bellas Artes, es fruto de una larga colaboración entre su compositora, Lorena Orozco, y el dramaturgo Emilio Carballido, que empezó a principios de la década de los 90, cuando trabajaron juntos para poner partitura y traducción a canciones del alemán Kurt Weill para la cantante Jeanette Macari.
Orozco (Ciudad de México, 1958) está feliz de haberse convertido en una de las pocas compositoras mexicanas a las que el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) produce una ópera; y más aún, ser la única (hasta hoy) en tener una premiere en el escenario del principal recinto cultural del país.
“Es un honor, no quepo de emoción. Es un orgullo que una mujer esté estrenando una ópera mexicana en Bellas Artes. Regresé en julio a México, ya había platicado con Alonso Escalante (director artístico de la Ópera del Inbal), quien desde el principio me encantó su disposición a escuchar”, señala la compositora, que se une a Marcela Rodríguez, con Lasunamita, y Gabriel aOrtiz,con¡Únic amente la verdad! La auténtica historia de C amelia cuyas óperas han sido acogidas por la institución.
“Un regalo de la vida”
La relación artística con Carballido (1925-2008) se estrechó, que pasó al plano personal, y fue una de las razones para que la compositora, que reside desde 2000 en Banff, Canadá, bautizara a uno de sus hijos Emilio (el padre de éste también lleva ese nombre), según refiere en entrevista en vísperas del estreno de Zorroschinos, ópera en diez escenas ambientada en la zona rural de Michoacán en el siglo XVIII, en la que un grupo de animales fantásticos llevan a mujeres a un universo de placer y libertad.
“La conexión con Carballido fue instantánea. Para mí él fue un regalo de la vida, no solo fue un gran escritor sino un gran ser humano, generoso, sensible, amoroso. Me invitaba a su casa y me cocinaba platillos de diferentes estados del país. Era un gran cocinero”, refiere Orozco sobre el dramaturgo.
Hermana de la escritora Rebeca y de la cantante Regina Orozco, con quienes ha colaborado en obras desde su adolescencia, cuenta que con Carballido y su pareja Héctor Herrera surgió una “linda amistad” y trabajo artístico, en el que ella llevó primero a la música la obra de teatro Elmary susmisterios.
“Fuimos a grabar a Xalapa con orquesta de cámara Elmarysus misterios y una noche Emilio (Carballido) tuvo un sueño; ese sueño él lo transformó en libreto en una semana, lo llamó Saladeespera y me lo dio, me lo dedicó, para ponerle música, hacerlo ópera. Imaginarás la emoción para mí”.
Pieza sobre los placeres
Saladeespera se estrenó en inglés en Banff y dos años después en Córdoba, Veracruz, en español, en el Festival Emilio Carballido. El dramaturgo después le envió una versión recortada de su obra Zorroschinos, que había estrenado en el Festival Internacional Cervantino en 2004, y con becas de Canadá —el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) nunca le otorgó una de las muchas que solicitó en las décadas pasadas—, Lorena Orozco puso en verso la prosa del libro para la ópera en inglés y español.
Zorroschinos tendrá funciones el 5, 7 y 10 de julio, protagonizada por Enivia Muré ( Yuriria), Jacinta Barbachano, Rodrigo Garcíarroyo, Diana Rojas y Édgar Gil, con dirección escénica de Luis
Además de un “gran escritor”, Emilio Carballido “era un gran cocinero”
Martín Solís y con Luis Manuel Sánchez al frente de la Orquesta de la Ópera de Bellas Artes.
¿Qué se escucha en Zorros
chinos?
Soy bastante tonal, me gusta que la música tenga melodías. Soy muy diferente a los compositores actuales, pienso que debería haber nacido en el siglo antepasado porque me gusta mucho la tonalidad. También tomo muchos elementos de nuestro país, los ritmos: hay un bolero, una habanera, un vals; se va a sentir el ambiente mexicano que alterna con ritmos un poco contemporáneos, atonales, pero sin perder la melodía; eso los cantantes lo agradecen porque disfrutan mucho esa parte, aunque por ser una ópera nueva al principio les cuesta trabajo. Me gusta la combinación de ritmos latinos con música atonal, que la música no sea aburrida, que haya mucho contraste, que nunca caiga en el aburrimiento.
“Como a Carballido, que le gustaba la comedia con el drama, para mí Zorroschinos es una combinación de una melodía muy sabrosa y, de repente, el drama, mucho drama, por esa presión del padre de la iglesia en la historia, con esas ideas y prejuicios y machismo. Hay un personaje, el mesonero, que canta boleros, es un personaje padrísimo, pero cuando entra el padre de la iglesia con esas ideas de lo que se debe ser, entra el drama y la atonalidad, combinadas con el mesonero sabrosón”.
Refiere que en la instrumentación de esta obra, que le llevó 11 años componer, incorporó tres instrumentos inusuales en la ópera: una guitarra, un guzheng (tradicional chino de cuerdas), para mostrar las culturas mexicana y china, y un piano, tampoco frecuente, porque le tiene mucho apego.
Orozco aclara que más que hablar de sexualidad de la mujer en Zorroschinos, se enfocó a los placeres.
“Yuriria es una mujer sumisa y, a través de estos seres mágicos que llegan a Michoacán, los zorros chinos, viene a descubrir el placer en general. Los zorros chinos congelan a su familia y mágicamente se la llevan al palacio donde Yuriria vive todo tipo de placeres, no solamente sexuales; la comida, la música, todo es placer. Y el príncipe, que es el zorro chino que alborota a todo el pueblo, la trata con tanto cariño y amor, la escucha y la entiende. Así que no creo que haya tanta sexualidad, sino placer”.
¿Cómo se define como compositora?
Mi manera de componer es muy intuitiva. Estudié en el conservatorio y en el CIEM, pero a la hora de componer todas las reglas se me olvidan, te lo confieso. Soy como muy de sentir qué viene; como si fuera yo una médium, escucho melodías que me llegan cuando estoy meditando o caminando; y en las armonías, muchas veces no sigo las reglas, a veces sí, la misma estructura me fuerza a ello, pero mucho lo hago de manera intuitiva. Otra cosa que me pasa es que leo un texto y empiezo a escuchar la música: ya sé qué música va a llevar. A veces sí le batallo.
No le dieron becas en México, sufrió violencia y delincuencia antes de migrar a Canadá. ¿No le da miedo volver a México?
La verdad, sí. Ahora vivo en Tepoztlán porque aquí viven mis hijos y mis nietas; quise probar cómo es la vida aquí ahora. Voy mucho a Ciudad de México porque mi mamá está allá. Pero sí, la verdad, para qué te miento, sí hay miedo, porque sí hay mucho crimen y muchas cosas.