En ésta estoy con el Tata
La polémica del momento se centra en el llamado o no a la Selección Mexicana de Futbol del jugador del América, Alejandro Zendejas. Cuestionado hace unos días acerca de por qué no lo convocó al último partido (la semana pasada contra la selección de Paraguay, en Atlanta), Gerardo Tata Martino dijo casi textual que no lo llamó porque de haberlo hecho hubiera aceptado una especie de chantaje. Señaló o dio a entender que el representante de este jugador mexico-estadunidense condicionó el que Zendejas aceptara a cambio de que le aseguraran un lugar en la lista final de 26 jugadores que estarán en el Mundial de Qatar.
Si esto es así, y no hay por qué no creerle a Martino, hizo muy bien el entrenador en eliminarlo de sus opciones. Y en esto debería de recibir un diáfano y firme respaldo por parte del presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Yon de Luisa o mínimo del director de Selecciones Nacionales, el recién nombrado Jaime Ordiales.
El punto es que Zendejas viene jugando muy bien con su equipo. Particularmente en el último duelo de las Águilas, contra los Tigres el sábado pasado en el Estadio Azteca, fue decisivo. Aunque para muchos debió irse expulsado al quedar evidenciada una plancha contra Guido Pizarro. Accidental o no, esa acción pudo haber mandado al hospital al mediocampista argentino.
Pero bueno, el punto es que como Zendejas juega bien ahora se está poniendo de moda exigirle al Tata que lo llame, como si de esa decisión realmente dependiera el que la Selección mejore sus expectativas, hoy dominadas por el pesimismo, en la próxima Copa del Mundo.
Un jugador, por definitivo o importante que se crea, no puede exigir o condicionar su aceptación a cambio de certezas que no tienen los demás. O bueno, puede hacerlo, pero deberá aceptar ser mandado de inmediato a freír espárragos.
Esperemos qué dice en un comunicado que promete difundirá en las próximas horas este jugador.
Un jugador no puede exigir su aceptación a cambio de certezas que no tienen los demás