¿Qué sucede con la Universidad Nacional Autónoma de México? (I)
Se puede afirmar, sin ninguna duda, que actualmente el futbol es en el mundo el principal negocio de cientos y miles de sus habitantes, sea por medio de clubes, empresas, asociaciones civiles, universidades, federaciones u otros organismos y representaciones, por ejemplo, en antecedente genera, cualquier actividad deportiva derivada de su expresión cultural local, regional o nacional ha tenido, históricamente, su desarrollo e influencia. Pero parece que lo que el llamado futbol soccer tiene en la actualidad -como ya lo mencionamos- es de llamar la atención y de cruzar, transversalmente, una serie de manejos y usos no muy ortodoxos, transparentes y claros. Tal es el caso que sucede con el equipo de futbol de los Pumas de la UNAM, principalmente con y desde la llegada de Dani Alves a sus filas.
Del salario del decadente, tira corners y ya inoperante ex astro brasileño con un salario que ronda los 3.2 millones al año, mas prebendas de auto especial, casa súper confortable y otros lujos, consideramos que seguramente no sale de las arcas del presupuesto de los subsidios ordinarios y extraordinarios para la UNAM. Para ello se menciona que se han creado asociaciones y membresías que apoquinan los dólares y salarios del susodicho jugador que, en el ahora, tanto daño le ha hecho y le hace al equipo de futbol universitario por sus dotes de jefe y guía de la actual oncena que tiene que plegarse y obedecer a la ya apagada estrella en decadencia.
Consideramos que este es uno de los puntos nodales en el que la actual administración y autoridades universitarias, encabezada por el rector Enrique Graue Wiechers; en el ámbito y área deportiva, Pablo Vázquez García y Miguel Mejía Barón, se extraña un tanto el que no se hayan deslindado de la utilización del nombre, insignias, escudos, uniformes, instalaciones, lemas e infraestructura que esa instancia supra dirigente que se ha adueñado de esos símbolos, corazón y esencia de la UNAM, para utilizarlas sólo comercialmente y como negocio, dejando de lado el carácter social, educativo y formativo que el equipo de futbol debe tener al igual que las demás manifestaciones deportivas y lúdicas en el futbol americano, gimnasia, natación, tenis, actividades de pista y campo, béisbol, basquetbol, ajedrez y dominó, volibol, box, haterofilia, karate, judo, artes marciales, frontón y sus derivados; luchas en sus diversas formas y toda otra manera de actividad deportiva estudiantil y universitaria.
El trastocar y empobrecer a los seguidores y afición seguidora y leal simpatizante del equipo de futbol -en este casode los Pumas de la UNAM, por una caricatura comercial que la ha desplazado y minimizado; creemos que no es válido ni procedente en la historia y devenir mismo de esa gran institución cultural, social, política y educativa como lo es y lo ha sido la Universidad Nacional Autónoma de México.
En nuestra próxima entrega, les presentaremos algunos antecedentes con lo que, posiblemente, nos podamos explicar cómo y por qué llegamos a esta situación contra la naturaleza y esencia misma de la UNAM…