El inexistente diálogo del Tata Martino
En una de sus declaraciones que generó mayores comentarios, Gerardo Tata Martino dio a entender que pocas veces los periodistas o reporteros que lo cuestionan en las conferencias de prensa lo hacen sobre aspectos tácticos y estratégicos.
En aquella ocasión, si mal no recuerdo a fines de septiembre pasado, al hablar luego del partido contra Perú, un reportero de un medio de Tijuana, le preguntó si al jugar esa noche con Carlos Rodríguez y Luis Chávez, como interiores, se debía a que buscaba, sobre todo al jugar contra Polonia y Arabia Saudita, tener más el balón… y que si buscaba también un nueve que sea más asociativo que definidor…
Con una sonrisa de aceptación y gusto, el Tata Martino respondió: “Uta… demoré cuatro años para que alguien me haga una pregunta de esta naturaleza, así que te agradezco y todo lo que dijiste es así tal cual. No tengo que agregar nada. Te agradezco y te debería de dar un abrazo… La próxima vez me voy a Tijuana a hacer las conferencias”.
Más allá de que se notó que el entrenador argentino respondió con humor y estaba hasta divertido al momento de ese dicho, las reacciones de rechazo y enojo en la mayoría de los periodistas de los medios especializados más reconocidos no se hicieron esperar.
El asunto es que si uno debería de haber entendido que Martino estaría muy dispuesto y puesto para hablar a detalle de sus decisiones tácticas, del por qué pone o no pone a un jugador sobre la cancha, de lo que busca combinando a algunos de ellos… Pues no.
Ese diálogo futbolístico resultó una mentira. No ha habido espacios propicios, ni disposición. Mucho menos iniciativa pues en su boca está el generar o proponer esa narrativa. No tendría que esperar a que nadie le pregunte nada.
Es muy fácil provocar, así haya sido en tono un tanto juguetón, como si acá nadie pudiera hablar de futbol con él.
Ese diálogo futbolístico resultó una mentira. No ha habido espacios, ni disposición