La “verdadera” reforma electoral
Hoy está claro que la reforma electoral propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador y su partido no pasará. Ya veremos qué se propone en las próximas semanas y meses en cambios a las leyes que necesitan mayorías simples en las cámaras legislativas y si en el Senado Morena conseguirá, en este ambiente, pasarlas.
Lo que estamos viviendo desde hace unos meses, sin embargo, es en los hechos una avalancha de sucesos que simplemente ignoran las leyes electorales construidas con varias reformas desde la creación del IFE, ahora INE, impulsadas por varios partidos, sobre todo los de oposición después de cada periodo electoral. A estos hechos hay que sumar que el órgano encargado de vigilar todo eso, de fiscalizarlo y de aplicar medidas correctivas o sancionadoras ha sido golpeado presupuestalmente, lo que reduce su capacidad de operación.
Buena parte de todas esas reformas tenían como objetivo controlar el tiempo de las campañas para intentar hacerlas imparciales y no dar ventaja, sobre todo, a gobiernos, y la más importante,elcontroldeldineronoautorizado en los esfuerzos electorales.
Lo que hemos vivido en los últimos meses y, me temo, lo que seguiremos viviendo, en estados y ahora rumbo a la elección federal es pasar por encima de todas esas leyes, simular.
Todos sabemos desde hace un rato, por ejemplo, quién será la candidata de
La oposición, por cierto, se ha atrasado pero ya anda en lo mismo
Morena para Estado de México, que hoy lo es con un nombre simulado dizque para no incumplirla ley, que por supuesto in cumple. Los aspirante sala candidatura more nis tapara la Presidencia sepa sean por el país haciendo campaña, organizan eventos, forman grupos de apoyo, le ponen nombre a sus“movimientos ”, es decir, ya están en lo electoral más allá de las reglas. ¿Cómo se paga todo eso? Vaya usted a saber. Y no hay manera de saber porque estrictamente no son actos electorales —no se ría—.
La oposición, por cierto, se ha atrasado pero ya anda en lo mismo. Los aspirantes renuevan su imagen en redes, contratan consultores, andan en la misma y seguramente muy pronto emparejarán el marcador en términos de simulación.
En unos meses, cuando si hay denuncias estas cosas se tengan que decidir en el órgano electoral disminuido y golpeado, difícilmente sucederá algo.
La ley pudo no haber cambiado, pero, en los hechos, de poco habrá servido.