El efecto Bardo
Lo llamo así porque me alegra que esta sea la cinta que mejor ponga el ejemplo, cinta que aún pueden y deben ver en la pantalla grande antes de revisitarla en Netflix en diciembre. Pero la noticia es mucho mayor que una producción o un solo estudio/streamer. Y tiene que ver con la supervivencia del séptimo arte.
Las acciones de las exhibidoras, los dueños de cines pues, reaccionaron muy bien a la noticia que publicó Bloomberg y
Hollywood Reporter sobre la intención de Amazon Prime de hacer entre 12 a 15 películas especifícamente para que se estrenen en cines a partir del proximo año. Esta ha sido una negociación dura, pues cuando estas compañias de tecnología comenzaron a crear contenidos con los mas impactantes presupuestos del mercado obviamente los querían solo en sus plataformas.
Cada una de las compañías tiene prioridades distintas, obviamente, por eso Netflix no ha aceptado más que en el caso de González Iñárritu tanto tiempo entre pantallas. Pero Amazon tiene demasiadas lineas de negocios como para solo proteger una y no podemos olvidar que compraron los estudios MGM por un tanto más de ocho mil millones de dolares. Muchos suponían que fue principalmente por obtener ese catálogo de cintas clásicas, pero ahora queda claro que no es todo el panorama. Si bien Disney era ya un estudio antes de convertirse en streamer, ahora los streamers son los que se están convirtiendo en los estudios. Eso quiere decir que habrá mucho más interés en revivir la experiencia de ir al cine. Ojalá, como dice Tarantino, haciendo enfurecer a muchos, estas cintas no sean solo franquicias como Marvel o DC. El cine es absolutamente mucho más que eso y siendo cautelosamente optimistas, habrá lugar para todos.