Los límites no pasan por el entrenador
El punto es determinar qué es lo que le falta a la Selección Mexicana de Futbol para poder anotar goles y así obtener marcadores más justos y convenientes. Mientras el entrenador Gerardo Tata Martino y la inmensa cantidad de expertos analistas que saturan los medios de información especializados no profundicen en esto difícilmente se encontrará una solución.
Los mexicanos celebramos emocionados a más no poder el martes pasado, en el debut de la Selección en Qatar 2022, no un gol, sino el que no nos hubieran metido uno tras una gran atajada del portero y capitán Guillermo Ochoa.
Pero para ganar, el sábado próximo ante el representativo de Argentina o para derrotar el miércoles de la semana que entra a Arabia Saudita, se necesitan goles.
Estoy seguro que Martino, un director técnico con reconocida trayectoria internacional tanto en selecciones como en clubes, está poniendo toda su experiencia y conocimientos al servicio de la Selección Nacional. Contra Polonia en este primer juego, el equipo salió perfectamente motivado y comprometido, con un notable orden táctico. Los jugadores y el cuerpo técnico querían ganar el partido.
Pero no pudieron.
Y no se pudo porque es evidente que el nivel de los futbolistas que integran cada una de las líneas carecen de condiciones y aptitudes que requiere la altísima competencia. Sin ellas no se puede avanzar a donde no se ha podido avanzar en una Copa del Mundo jugada fuera de casa: el quinto partido como mínimo.
¿Quién habla de esto? Entre que a algunos como Raúl Jiménez las lesiones le han quitado ritmo, volviéndolo una caricatura de su mejor versión… Y otros, como Hirving Chucky Lozano, que no terminan por asumir el liderazgo y protagonismo que deberían de tener… La falta de potencia y fondo de prácticamente todos los delanteros. Esto es lo que explica los límites del equipo. No el nivel del entrenador.