¿Y la crítica a las figuras cuándo?
ASe puede quemar en leña verde a Gerardo Tata Martino ahora que la Selección Nacional tiene tan complicado acceder a la segunda ronda del Mundial de Qatar. Pero cualquier análisis serio y profundo deberá llegar a una triste conclusión: los tristes límites que tanta frustración y enojo generan en los aficionados no tienen una causa más evidente que el pobre desempeño y reducida competitividad de los futbolistas convocados, sobre todo los que tienen la tarea de anotar goles.
Nadie seguramente podrá justificar que Martino siga al frente de la Selección Nacional si no se le gana a Arabia Saudita el próximo miércoles (triunfo además con un marcador holgado), pero hay que entender que cualquier otro entrenador que llegue (por más exitoso que sea), podrá hacer algo distinto con esta generación de jugadores.
¿Por qué se cuestiona a Martino con tanta dureza y no, por ejemplo a Hirving Chucky Lozano, que ha tenido un Mundial inédito pese a su papel como titular y figura?
¿No hay elementos visuales como para documentar de forma incuestionable el pésimo desempeño de este delantero en los dos partidos que se han jugado en esta Copa del Mundo?
Y de otros elementos que estaban llamados a jugar un papel determinante, a los que Martino prefirió sobre otros que a juicio de muchos estaban en mejor momento también hay varias cosas que decir. Héctor Herrera es uno de ellos. Otro es Héctor Moreno. El mismo Raúl Jiménez.
Se podrá decir que no es momento, faltando un partido al menos para concluir la participación mundialista, de elaborar esta crítica. Puedo coincidir. ¿Pero entonces por qué sí se le está dando con todo a Martino?
Que yo recuerde la crítica que llega tras las eliminaciones mundialistas siempre se quedan en el lugar común, en lo superficial.
Y lo peor: nunca se genera un proyecto deportivo que nos permita pensar que los resultados en el siguiente Mundial serán mejores.
Por qué se cuestiona a Martino con tanta dureza y no, por ejemplo a Hirving Chucky Lozano