¡Alto a la violencia contra migrantes!
a violencia y los choques que se están presentando en CiuLdad
Juárez es reprobable, así cómo todas las agresiones que se cometen contra los migrantes que están buscando mejores condiciones de vida.
El pasado domingo 27 de noviembre, más de 500 migrantes, en su mayoría de origen venezolano, fueron desalojados
personal de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), de la Guardia Nacional y Policía Estatal, del bordo del Río Bravo.
Del total de migrantes desalojados, alrededor de una centena aceptaron ubicarse en un albergue; mientras que más de 200 cruzaron el río Bravo, es decir, la frontera norte de México, para entregarse a la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos para ser deportados.
La mañana del lunes 28 de noviembre, cerca de 200 transmigrantes venezolanos instalaron un nuevo campamento en el parque Bellavista, cerca de donde estaban instalados, con el objetivo de mantenerse en territorio mexicano mientras esperan el mejor momento para cruzar la frontera.
Los migrantes venezolanos, de acuerdo con las autoridades, fueron avisados de que debeían desalojar el lugar y que los llevarían a un albergue donde serían apoyados; sin embargo, los defensores de derechos humanos indican que se ocupó fuerza excesiva en el operativo.
El domingo, se realizó un operativo en el que participaron policías municinas, pales, estatales, Guardia Nacional, Bomberos y la Cruz Roja Mexicana, con el objetivo de exigirles que se retiraran del espacio en el que vivían.
El problema es que se dejó el diálogo y los migrantes no estaban de acuerdo con la disposición, ante lo cual, se presentó un enfrentamiento, forcejeos y discusiones. En medio de las inconformidades, se quemaron algunas casas de campaña.
Aunque el conflicto no derivó en agresiones mayores, de acuerdo con las autoridades, ni se registraron personas lesionadas,esfundamentalquesemantengael diálogocomocaminoparallegaracuerdos, delocontrariolosresultadosdelosenfrentamientospodríanserlamentables.
Para las autoridades, no existió ninguna violación de los derechos humanos durante el desalojo de las personas migrantes; sin embargo, es un hecho que no se les está permitiendo el libre tránsito y se les está molestando. Ante la situación actual, es urgente que cambien las políticas contra los migrantes y se mantenga el diálogo para atender los retos actuales.