Otra semana para el entierro
mento, la iniciativa del presidente López Obrador será derrotada.
Los diputados federales de Acción Nacional refrendaron su rechazo al dictamen y sostuvieron que si el “plan B” del Presidente violenta la Constitución, la dirigencia nacional del blanquiazul la impugnará de manera inmediata ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que quiere que se discutan y aprueben sus propuestas de reforma a la ley electoral antes del 15 de diciembre, cuando concluye el periodo ordinario de sesiones en el Congreso.
En la mañanera explicó que podrá enviar la iniciativa el fin de semana y no esperará a que se discuta la reforma constitucional, pues ya es un hecho que la oposición no la dejará avanzar.
“Para qué espero si es de dominio público que se pusieron de acuerdo, se pusieron desde hace muchos años, pero es claro que no quieren ninguna reforma”.
El coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier, pospuso para el martes el entierro del dictamen que su bancada, la del PT y del Verde aprobaron para deformar las instituciones y reglas electorales que iba a someterse ayer al pleno de San Lázaro.
Lo sensato sería que apechugara la inutilidad práctica del documento y lo retirara, pero le da vida artificial.
Justifica la postergación diciéndose obligado por la congruencia frente a quienes apoyan la 4T, y afirma que lo hace por “prudencia, para dar tiempo al análisis, a interiorizar,areflexionar,aunnúmeroimportantedediputadas y diputados que no están en las Comisiones Unidas”.
Muertos como están la iniciativa y el dictamen, lo previsible es que nadie de sus aludidos lea, estudie y relea un mamotreto sin sentido ni destino.
“La nuestra es una decisión política y programática de identidad electoral. Hay que cuidar el prestigio, hay que cuidar las formas”, dice, y anuncia que a partir del mismo martes comenzarán a procesarse las iniciativas que enviará el Presidente para modificar leyes secundarias en materia electoral: “Primero vamos a votar el plan A, e inmediatamente el plan B”.
Lo de la “prudencia” tiene sustento en los alcachofas pero no tontos compañeros de viaje del PT y el Verde, apanicados por la intención de recortar las prerrogativas económicas a los partidos, que también abre la puerta a financiamientos oscuros, entre otros los del crimen organizado.
A López Obrador, entretanto, no lo distraen los apuros de Mier.
“¿Qué es lo que queremos cuidar en la iniciativa de ley electoral que queremos promover? Pues que el voto sea libre, limpio; que las elecciones sean libres y limpias; que cada quien vote por lo que le dicte su consciencia y que haya democracia”, dijo ayer, como si él, sus correligionarios y aliados en cargos de representación hubieran llegado al poder de alguna otra manera.
—¿Cómo le va a hacer para que no se viole la Constitución? —le preguntaron.
“No se viola la Constitución (…). Lo tengo bien analizado”.
—¿Hasta dónde se puede llegar a hacer una reforma a la ley secundaria?
“Muy poco. Por ejemplo, no puedo quitar o reducir el número de plurinominales”.
E ironizó: “Aplauso para el bloque conservador (…) por la defensa al INE, aplauso (…). Eso no va a permitirse. Aplauso. No se puede quitar dinero a los partidos. Aplauso (…). Van a seguir siendo los partidos los que por órdenes de sus jefes nombren a los consejeros y a los magistrados del tribunal electoral, no los ciudadanos, no el pueblo. Y el aplauso más fuerte: van a votar en contra de lo que quiere el pueblo. Ese es el aplauso más fuerte...”.
Banales sentimientos de rencores y venganza: este lunes 28, la reportera de MILENIO Jannet López Ponce publicó su entrevista con un coautor clave de la frustrada iniciativa, Pablo Gómez:
“No lo piensa dos veces, ventila que el origen de frenar a las autoridades electorales viene de la cancelación de candidaturas a Morena en el 2021”.
Sí: aquellas de financiamientos turbios…
Lo previsible es que nadie lea, estudie y relea un mamotreto sin sentido ni destino