Mundial. Inglaterra, primero
El Estados Unidos contra Irán tiene ese aroma a rivalidad que nada tiene que ver con los deportivo. Sí, hay asuntos políticas que trascienden el rectángulo verde y que tuvieron su punto más álgido en Francia 1998, cuando se toparon por primera vez en una Copa del Mundo. Ayer, no se sintió la misma tensión, pero es inevitable evocar ese recuerdo.
Si en aquella ocasión los asiáticos eliminaron a los norteamericanos en la fase de grupos; ahora la historia se revirtió y fueron los estadunidenses, los que con un 1-0 avanzaron sobre los iranís.
En Qatar, las aficiones de ambos países conviven, sonríen, aseguran que el futbol es otra cosa, y que quieren disfrutar de la fiesta. Los seguidores caminan con tranquilidad, algunos portan algunas trompetas, otros más la bandera o la playera de su nación.
“Esto es futbol, no nos fijamos en que si son iranís o si son de otra nacionalidad.Vemosatodoscomo rivales,perocomorivalesdefutbol, nada más, aquí se viene a disfrutar delpartido”,comentóunfandeEstados Unidos, al tiempo que un par de seguidores iranís lo interrumpían y le decían que iban a ganar, cosa que finalmente no sucedió.
En nombre de las mujeres
Fue hasta el 2019 que a las mujeres de Irán se les permitió acudir al estadio de futbol para apoyar a su selección, en un duelo de eliminatoria mundialista frente a Camboya. Y ahora en Qatar ha cobrado relevancia su presencia después de las manifestaciones que se han suscitado por la muerte de Mahsa Amini.
En las tribunas hay opiniones encontradas, mientras algunos siguen con esta lucha con el nombre de Amini como estandarte, la mayoría no quiere hablar del tema; se tapan la cara o se voltean cuando se les pregunta al respecto.
Inglaterra selló el primer lugar del Grupo B al imponerse por 3-0 a Gales. Las anotaciones del triunfo fueron obra de Marcus Rashford (50’ y 68’), así como de Phil Foden (51’); Gareth Bale salió lesionado al medio tiempo del juego. Las que se atrevieron a dar una que otra palabra son las que radican en otros países, y son ellas las que sí portan algún mensaje de protesta, porque en el Mundial se sienten libres, pese a las restricciones que hay. “No prefiero no hablar de política, yo amo mi
país, yo prefiero disfrutar del partido. Las mujeres estamos unidas, es todo”, dijo una aficionada.
Otras, llevaron el mensaje muy claro: “Mujeres, vida, libertad”. El epígrafe prohibido en los estadios mundialistas tenía que pasar desapercibido. En principio,