Latinus y Qatar 2022
Sensacional. Fantástico. Divertido. Crítico. Me podría pasar todo el día elogiando Qatártico, el programa especial que Latinus hizo con el pretexto del Mundial de Futbol.
¿Qué es? Un show de revista, en vivo, desde Qatar, en Youtube, sobre la fiesta deportiva más grande de la humanidad, como los de la televisión de antes, pero con lo mejor de los medios digitales de ahora.
No sé usted pero yo me enamoré de Qatártico porque dice lo que no se dice en ningún otro lado y por su dinámica de conducción.
¿Qué es eso que no se dice en ningún otro lado? Las noticias de la fuente política, las de los enemigos de AMLO, vinculadas al patetismo de la Selección Nacional, al clima de los mexicanos que viajaron hasta allá y a muchas otras situaciones que se traducen en valentía, en conflicto, en interés.
¿A qué me refiero cuando le hablo de dinámica de conducción? Se lo voy a explicar con un ejemplo:
Cuando uno mira la mayoría de los programas del Mundial, ¿qué ve? A conductores viejos o nuevos, ceñidos por un guión, leyendo hasta los comentarios más insólitos, muchas veces tensos, reprimidos, abriendo la boca solo cuando les toca o solo cuando los dejan.
Carlos y Brozo, no. Ellos son los dueños de su fiesta. Ellos son libres. Se nota que siguen un listado de temas (una estructura, una escaleta), pero nada ni nadie los limita.
Resultado: ellos, que son inmensos comunicadores, brillan y hacen brillar a sus invitados.
Para no hacerle el cuento largo, Qatártico es la mejor idea que se le pudo haber ocurrido a la oposición para jalar agua para su molino y este material, una experiencia imperdible en Qatar 2022. ¡Felicidades!