Siempre esperaban a su papá…
Sus hijas “siempre esperaban a su papá con comida, con ilusiones…”, expresó Asunción Beltrán, tío de Obed, joven migrante originario de Tehuacán que falleció el pasado lunes 12 de febrero luego de que una bala perdida lo alcanzó en la estación del metro Mount Eden, en el Bronx de Nueva York.
La historia de Obed es una muestra de miles de casos de migrantes que salieron de sus lugares de origen como las Sierras Negra, Mixteca y la zona metropolitana de Puebla, por diferentes circunstancias, entre ellas, mejorar las condiciones de vida para sus familias.
A dos años de su partida de Tehuacán, el “sueño americano” se convirtió en pesadilla y la ilusión de dos hijas y de una esposa se convirtieron en tristeza y llanto por ver el regreso de su ser querido sin vida.
En 24 meses, la comunicación entre el joven migrante y su familia era a través de llamadas y videollamadas y, en diferentes ocasiones, se escuchó el deseo de regresar, lo cual, sucedería cuando mejoraran sus ingresos en el sector de la construcción en Estados Unidos.
Los sueños de Obed Beltrán, quien tenía 28 años de edad y estaba en el lugar y en el momento equivocado, terminaron y hoy solo queda su recuerdo. El lunes 19 de febrero, familiares, amigos y conocidos se despidieron de Obed
El “sueño americano” se convirtió en pesadilla
en la parroquia del Sagrado Corazón de Tehuacán en donde se rezó y se hicieron oraciones para que la cultura de la muerte y del descarte no siga cobrando vidas de seres que tienen objetivos y metas.
Con la muerte de Obed, dos menores se quedan sin padre, una esposa sin su marido, una madre sin su hijo y amigos sin su ser querido. Pero no es el único caso. Tan solo en este año, en la región de Tehuacán, ya se registró la muerte de tres migrantes, cuyos restos regresaron para ser despedidos. A lo largo del año 2023, se contabilizaron otros 10 casos, otras 10 familias que perdieron al ser que les daba esperanza de una mejor vida. La historia se repite en todo el estado y en el país.
_ El caso de Obed es un llamado a todos los sectores de la sociedad para que se atiendan las causas de la migración desde sus raíces, no intentando colocar muros, sino lazos de apoyo y colaboración para construir mejores realidades.