Por crueldad animal, la Comeperros irá a prisión
María Consuelo N. podría pasar hasta 12 años tras las rejas si se comprueban los señalamientos en su contra
Un juez determinó fincar vinculación a proceso en contra de María Consuelo N., alias la Comeperros por el delito de crueldad animal ejercido en contra de al menos 45 animales; esta determinación llega casi cinco años después de que se señalara como responsable de secuestrar, asesinar, almacenar, comer y vender animales domésticos en Puebla.
Durante la audiencia con un juez de control en Casa de Justicia de Puebla, la autoridad judicial determinó vincular a proceso a María Consuelo N., de 46 años de edad; a diferencia del fallo re“Tenemos cibido en 2019, cuando se le detuvo por primera ocasión, ahora se optó por fincar la medida cautelar de prisión preventiva necesaria durante el tiempo que dure el proceso de investigación complementaria.
Con esta determinación se espera que se opte por dar pena condenatoria y que en breve se sepa la sentencia definitiva de la Comeperros, misma que a decir de María Esther Martínez, representante de los Abogados Animalistas de Puebla, podría pasar hasta 12 años tras las rejas si la Fiscalía comprueba los señalamientos hechos por los vecinos y ex clientes de María Consuelo N.
la excelente noticia que fue vinculada a proceso y logramos conseguir una prisión preventiva necesaria durante todo el procedimiento que dure su proceso penal, por los delitos contra animales”, dijo la abogada.
Antecedentes
Cabe recordar que a María Consuelo N. le hallaron dos perros, un gato y un conejo muertos y empaquetados en su refrigerador en septiembre de 2019, además encontraron 45 perros en condiciones deplorables, de los cuales, algunos habían sido raptados de sus dueños y presuntamente los resguardaba para asesinarlos y comer o vender su carne.
No obstante a menos de una semana de su detención fue puesta en libertad debido a que un juez señaló que el delito por el que se le acusaba no era merecedor de prisión preventiva. Ante esto, la Comeperros escapó junto a sus hijos (quienes declararon ser alimentados con la carne de los animales domésticos), de su hogar en Bosques de San Sebastián y se alojó en la colonia La Popular Coatepec.