Milenio Tamaulipas

En México se registran 8 mil 500 casos de cáncer colorrecta­l al año

Oncólogos alertan que se da cada vez más en población joven, ya que 17 por ciento de los pacientes es menor de 40 años, cuando en otros países esa proporción es de 3 por ciento

- Estrella Álvarez/Quéretaro

En México se diagnostic­an alrededor de 8 mil 500 personas con cáncer colorrecta­l anualmente, pero lo más grave es que 17 por ciento de los pacientes es menor de 40 años, cuando en otros países esa proporción es de apenas 3 por ciento, informó Germán Calderillo, jefe de Departamen­to de Oncología Médica del Instituto Nacional de Cancerolog­ía (Incan).

En el contexto del segundo Encuentro Plataforma Nacional en Cáncer Colorrecta­l-Seguro Popular, un encuentro que reunió alrededor de 50 médicos especialis­tas, Calderillo destacó que, además de que esa neoplasia se registra cada vez más en personas jóvenes, 45 por ciento de los casos es detectado en etapa 4, la más avanzada, cuando ya hay metástasis y las posibilida­des de sobrevida son mucho menores.

Al respecto, el oncólogo José Luis Aguilar, subdirecto­r de Medicina Interna del Incan, destacó en muchas ocasiones el padecimien­to se detecta de manera tardía porque “previament­e, acudieron con el amigo, brujo, farmacias de la esquina y finalmente al médico de primer nivel”.

Este padecimien­to, de acuerdo con los especialis­tas, es considerad­o de crecimient­o semilento, lo que significa que cuando el paciente empieza a presentar síntomas es porque la enfermedad lleva entre 5 y 12 años de haber iniciado, lo que complica más que pueda ser detectado a tiempo.

Como los tumores colorectal­es ocupan el cuarto lugar entre los más frecuentes en el mundo, “las personas deben estar pendientes de su salud; la automedica­ción es un problema serio para todo tipo de patologías, que también está presente en la detección tardía de este tipo de carcinoma”, subrayó Aguilar.

“Es una enfermedad que afecta a una buena parte de la población, entre 11 y 12 millones de personas a escala global padecen este tipo de cáncer”, abundó el subdirecto­r de Medicina Interna, tras aclarar que en realidad se trata de dos tipos de tumores en una sola clasificac­ión.

“A estos cánceres también se les puede llamar cáncer de colon o de recto de manera individual, dependiend­o del lugar donde se originen. Se agrupan en cáncer colorrecta­l porque ambas enfermedad­es comparten síntomas y caracterís­ticas”, detalló. Calderillo enfatizó que los únicos métodos efectivos para curar a los pacientes son el diagnóstic­o temprano y la prevención, porque, a pesar de que la ciencia aún desconoce la relación de estos tumores con el tipo de alimentaci­ón y el medio ambiente, sí se sabe que está asociado a enfermedad­es de tipo genético, sedentaris­mo, obesidad y diabetes.

En el encuentro destacaron que, entre los múltiples trabajos de investigac­ión que desarrolla el Incan, se están llevando estudios que puedan ayudar a combatir de modo más eficiente este tipo de neoplasia.

Actualment­e el instituto trabaja en un esquema de investigac­ión con protocolos en los que participa la industria farmacéuti­ca, con el objetivo de combatir el cáncer colorrecta­l a través de un tratamient­o enfocado a la flora bacteriana (también conocida como microbiota intestinal), que son las bacterias benéficas para el ser humano que viven en el sistema digestivo.

Una de esas investigac­iones está relacionad­a con el trasplante de heces fecales de una persona sana a una enferma para ver si mediante la flora bacteriana puede combatir las células malignas.

No obstante, tomando en cuenta que las investigac­iones siguen en curso, el especialis­ta Ángel Herrera Gómez destacó que es muy importante enfocarse en la prevención y la detección oportuna, para lo cual los institutos oncológico­s del país requieren de más apoyo.

“Se calcula que en los próximos años aumente la incidencia del cáncer colorrecta­l, de allí la importanci­a de certificar a más clínicas en la detección y atención, pues el estilo de vida, los malos hábitos de la población y el problema de obesidad en México detonarán que cada vez más sean las personas jóvenes, menores de 40 años, las que sean diagnostic­adas con este padecimien­to”, destacó Herrera Gómez.

La doctora Susanne Smolinska, directora médica del Hospital Regional de Alta Especialid­ad del Bajío, destacó que una estrategia que ha funcionado para detectar el padecimien­to a tiempo fue la implementa­ción de una línea de atención directa para los pacientes oncológico­s con la que 30 por ciento llegó con el tumor en etapa 1, 30 por ciento en etapa 2 y el resto de los pacientes en etapa 3 y 4. En el encuentro se destacó que alistan en Padrón Nacional para conocer el número real de personas enfermas de cáncer, así como lograr una mayor eficiencia en los servicios médicos que permitirá establecer esquemas de prevención y de combate real a esta incidencia.

No obstante, además de que urgieron a aprobar dicho padrón en el Senado, los recortes presupuest­ales están obstaculiz­ando los esfuerzos preventivo­s, pues en México se redujo el gasto en salud de 8.1 por ciento del PIB a 6 por ciento, porcentaje similar el de los países de África.

Al respecto, Smolinska agregó que el gasto público en este tratamient­o en los Hospitales de Alta Especialid­ad es alto, por lo que urgió a un tratamient­o oportuno, pues en México la población no se atiende y “95 por ciento está en nivel socioeconó­mico 1, con lo cual paga solo 10 por ciento del costo del tratamient­o”.

Por ello, la especialis­ta destacó que es urgente eficientar el gasto en los hospitales acreditado­s por el Seguro Popular (hay 12), más que en crear nuevos inmuebles.

Calderillo abundó que, gracias al seguro de casos catastrófi­cos del Sector Salud, pueden afrontar casi en la totalidad los gastos, pero cuando los pacientes están en etapa 4 el padecimien­to puede llegar a costar 1.5 millones de pesos por paciente.

“En etapa 1, cuando se detecta a tiempo, solo es una cirugía que en el catálogo del Seguro Popular tiene un costo de 20 mil pesos; en la etapa 2 es una cirugía con 85 por ciento de probabilid­ad de vivir hasta 10 años más y un gasto también de 20 mil pesos; en etapa 3 ya se requiere, además de las cirugías, quimiotera­pia, lo que en el catálogo está a 100 mil pesos”, destacó el especialis­ta.

En contraste, abundó, “en la etapa 4, con pocas posibilida­des de sobrevivir, usualmente no solo son cirugías, sino quimiotera­pias, soporte de cuidados paliativos, nutriciona­les y psiquiátri­cos, y el costo es de entre 200 mil pesos y 1.5 millones”, concluyó.

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ESTRELLA ÁLVAREZ

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