Benito Neme y la prueba de fuego de Raúl Cervantes
La semana pasada, después de que Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad revelara en un amplio reportaje la red mediante la cual el segundo hombre más poderosos de Capufe, Mauricio Sánchez Woodworth, filtraba datos confidenciales a constructoras para facilitarles ganar licitaciones del órgano desconcentrado, Capufe emitió un comunicado en el que decía: “Caminos y Puentes Federales presentó una denuncia de hechos ante la Procuraduría General de la República y del Órgano Interno de Control de la Secretaría de la Función Pública del organismo”, con base en el reportaje.
Los últimos dos párrafos del boletín eran especie de autoexculpación, decía que las licitaciones ya habían sido revisadas por el Órgano Interno de Control de la Secretaría de la Función Pública y por la Auditoría Superior de la Federación.
Si leyeron el reportaje, ninguna de esas revisiones hubiera encontrado el problema. Las filtraciones de los “topes” en la licitación son exactamente para eso. Se da una ventaja, una gran ventaja al amigo, que facilita el triunfo. De hecho, como lo dice el reportaje, en otras licitaciones en que se filtró información, las empresas favorecidas no ganaron o no participaron.
Esto quiere decir que el trabajo de Raúl Cervantes y la PGR es tan complicado como el modus operandi descrito en el reportaje. Hay que dedicar tiempo y recursos, tecnología, imaginación.
Pero ningún caso que se pueda presentar en la PGR representa un reto tan claro para que Cervantes demuestre su independencia del Ejecutivo, el partido en el gobierno y sus amigos. Me explico.
Durante la campaña de 2012, Raúl Cervan- tes fue el abogado del PRI y la campaña de Enrique Peña Nieto haciendo equipo con… Benito Neme, el hoy director de Capufe. Juntos defendieron frente al INE las acusaciones contra la campaña. Juntos planearon e implementaron la estrategia jurídica.
No solo eso. Poco tiempo después de iniciado el nuevo gobierno, Capufe de Benito Neme decidió licitar el sistema de telepeaje de las carreteras federales. ¿Quién lo ganó? Una empresa de Roberto Alcántara, hombre cercanísimo al presidente Peña y al grupo que gobierna el Estado de México.
Alcántara, uno de los hombres más poderosos en la industria del transporte en México, tuvo por muchos años como abogado a… Raúl Cervantes, el hoy procurador.
Hay, en este asunto, tanto conflicto de interés, que no hay investigación más importante para Cervantes.