Proponen un nuevo mercado y macroplaza
Mi mujer me engaña”. Eso declaró don Cornulio, apesarado, en reunión de amigos. “Mentira -opuso uno-. Lo dices nada más para ponernos celosos”. El Nuncio del Papa fue de visita al pueblo donde vivía Babalucas. Le pidió éste: “Y le encargo, don Nuncio, un saludo muy afectuoso de mi parte al señor Papa, a su distinguida esposa y a sus queridos hijos”. El párroco del lugar se inclinó sobre el desconcertado dignatario y le musitó al oído: “No le haga usted caso, Su Eminencia. Es el mismo que puso un telegrama de felicitación al Vaticano cuando los Cardenales ganaron la Serie Mundial de Beisbol”. Don Calendárico, otoñal señor, cortejaba discretamente a Himenia Camafría, célibe madura. Una tarde la invitó a su casa. “Le pedí que viniera, cara amiga -le dijo con melifluo acento-, porque deseo leerle algunos poemas de mi libro ‘A la sombra del lauroceraso’. Antes, sin embargo, permítame ofrecerle una copita de licor”. “No, porque se me sube” -declinó Himenia. “¡Señorita! -se ofendió don Calendárico-. ¡Soy un caballero!”. La maestra les preguntó a los niños: “¿Cuáles son los pájaros que vuelan más alto?”. Pepito aventuró una respuesta: “¿Los de los astronautas?”. (Las aves que vuelan a mayor altura son los buitres (11.300 metros), las grullas (10 mil metros) y los gansos (8.800 metros). En medio del sonido y la furia de la contienda por la elección de gobernador en Coahuila destaca la campaña que realiza Javier Guerrero, candidato independiente. Tiene mucha calidad esa campaña; en ningún momento ha descendido al pedestre nivel de las de otros candidatos cuyas campañas se mueven a la altura del betún, como se dice en alusión al que llevan los zapatos. Tirios y troyanos están acordes en decir que Guerrero sería el mejor gobernador que mi estado natal podría tener. Su participación en esta lid no es cosa de ambición personal, sino de vocación sincera de servicio. Tanto las numerosas firmas que recabó para poder registrar su candidatura como los muchos votos que recibirá tendrán un elevado contenido ético. Desde ese punto de vista su aportación al proceso electoral es muy valiosa. Resulta alentador ver este buen ejemplo ahí donde tantos malos ejemplos se ven. Rosibel, la linda secretaria de don Algón, les comentó a sus amigas: “Mi jefe rompió ayer su récord de altura”. Preguntó una: “¿Es piloto de avión, o practica la ascensión en globo?”. “No -contestó Rosibel-. Pero con su mano había llegado solamente hasta mi rodilla”. El doctor Ken Hosanna le informó a la joven esposa: “Su marido sufre de agotamiento físico. Deberá usted abstenerse de toda relación carnal con él por una temporada. ¿Podrá hacerlo?”. “Claro que sí, doctor -le aseguró la chica-. Tengo bastantes amigos”. Don Madano era un hombre de estatura procerosa y abundantes carnes. Medía cerca de 2 metros y pesaba más de 15 arrobas, cada arroba equivalente a 11 kilos y medio. Cierta noche estaba con una amiguita en el cuarto 110 del Motel Kamagua. Le hizo el amor en la tradicional posición del misionero (algunos la llaman “del ejidatario”), pues no era hombre dado a novedades. Así, él se puso arriba y ella abajo. En el momento del erótico deliquio le demandó con voz arrebatada: “¡Muévete, mamacita!”. La muchacha empezó a parpadear visiblemente. “¿Por qué mueves los párpados, hermosa?” -inquirió con extrañeza don Madano. Replicó ella con voz que apenas se escuchó: “Es lo único que puedo mover”. Al señor se le olvidó su portafolio, de modo que regresó a su casa. Al pasar por el baño vio a su mujer de pie sobre la báscula, desnuda (la mujer, no la báscula). Le dio una palmadita en una pompis y le preguntó: “¿Cuánto hoy, linda?”. Contestó ella sin volver la vista: “Lo mismo de siempre. Un garrafón de 30 litros”. FIN. Ayer vi el trágico drama de la vida y la muerte.
Desde mi ventana en la casa del Potrero se ven todos los dramas.
Un pequeño insecto de alas irisadas libaba la humedad del borde de la acequia. Llegó en eso una paloma de ala blanca y la apresó en su pico. Luego voló hacia el nido en el que tiene a sus polluelos.
Regresó a poco el ave en busca de otros insectos. Saltó sobre ella la gata de la casa, letal tigresa, y la hizo su presa en medio de un revolar de plumas. Luego la llevó, inerte, a la bodega donde tiene a sus gatitos. Ayer vi el maravilloso drama de la muerte y la vida.
Desde mi ventana en la casa del Potrero se ven todas las maravillas.
¡Hasta mañana!... “. Alianza PAN-PRD.”. Lo mismo todos los días; todos los días lo mismo: vive el oportunismo; mueren las ideologías.
Hacer los tres mercados municipales en un solo edificio de varios niveles y construir en esa área una macroplaza, es una propuesta que desde hace tiempo vienen haciendo arquitectos e ingenieros que señalan que la Zona Centro de Ciudad Valles no tiene imagen urbana, y los últimos años el comercio informal no solo ha afectado la vialidad sino que la ha hecho una ciudad más fea. “Está reprobada en imagen urbana, hace falta una central de abastos, una reubicación de los mercados y hacer uno de tres o más niveles, quitar el Gonzalo N. Santos y hacerlo en el Constitución y ahí hacer la macroplaza frente a la parroquia Santiago de los Valles con estacionamiento subterráneo y un desnivel en la Porfirio Díaz”, explicó Édgar Omar Ramos Ruiz, presidente de la Asociación de Profesionistas Constructores de la Huasteca quien dijo que alcalde tras alcalde, no han entendido que hace falta invertir en este sentido y mejorar el aspecto que se da a los turistas que cada vez son más.
“Sí se requiere una fuerte inversión pero sería más el beneficio, es algo urgente, ya no podemos ofrecer esa imagen de Valles. La autoridad municipal tiene que convencerse de que tiene que hacer una lucha grande para que se haga, gestionar ante niveles estatales, federales y dejar a gente que sabe a que planee, pero él (alcalde) que se dedique a conseguir los recursos”.
El también integrante de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, CMIC, dijo que por eso es necesario crear ya el Implan (Instituto Municipal de Planeación) que estaría formado por expertos en la materia, en el desarrollo urbano.