CIA alertó a Obama sobre espionaje ruso
Donald Trump pone en duda la imparcialidad de Robert Mueller; el fiscal especial es “gran amigo” de James Comey, ex director del FBI, asegura
La CIA advirtió al presidente Barack Obama, en agosto de 2016, que el mandatario ruso, Vladímir Putin, había ordenado espiar al Partido Demócrata con el fin de perjudicar a Hillary Clinton y ayudar la candidatura de Donald Trump, publicó ayer The Washington Post.
Las sospechas ya pesaban contra Rusia en julio de 2016, cuando mensajes robados al Partido Demócrata fueron difundidos por WikiLeaks en la víspera de la convención demócrata.
El rotativo relata ahora con detalle la advertencia emitida por la Agencia Central de Inteligencia a la Casa Blanca, varios meses antes de que Washington acusara públicamente, el 7 de octubre de 2016, a Moscú del pirateo informático. No fue hasta enero de 2017 que EU acusó a Putin de tratar de desestabilizar su sistema electoral.
En agosto de 2016, según el periódico, Obama puso a la Casa Blanca en pie de guerra en el mayor secreto, ordenando a sus servicios de inteligencia y de seguridad obtener la máxima información posible y hacer una lista de represalias posibles.
Obama se mostró reacio a lanzar una respuesta antes de las elecciones por temor a que Rusia lanzara ataques en la jornada electoral y a que cualquier acción fuera interpretada por los republicanos como una manipulación suya de las elecciones.
En secreto, el ex presidente demócrata autorizó una operación conjunta de la CIA, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y el comando cibernético: la implantación en la infraestructura rusa de un código malicioso latente que pudiera ser activado en caso de una escalada.
Al tiempo que The Washington Post revelaba la advertencia de a Obama, Trump ponía en duda la imparcialidad de Robert Mueller, el fiscal especial que investiga la presunta injerencia rusa.
Preguntado por el canal FOX si Mueller, ex director del FBI (Buró Federal de Investigaciones) bajo los mandatos de George W. Bush y Obama, debería abandonar el caso, Trump respondió: “Es un gran, gran amigo de (James) Comey”, su sucesor al frente de la agencia y despedido el 9 de mayo por el propio mandatario, “lo que es muy molesto”.
Trump señaló que Mueller y Comey trabajaron juntos y que varias personas contratadas por el fiscal “son partidarias” de Hillary Clinton.
En otro momento de la entrevista, Trump afirmó que si en un principio habló de la existencia de posibles cintas de sus conversaciones con Comey fue solo para presionar al ex director del FBI. “Cuando él (Comey) se enteró de que podía haber cintas ahí fuera, sean cintas gubernamentales o cualquier otra, quién sabe, yo creo que su historia pudo haber cambiado”, comentó Trump durante la entrevista con el programa Fox and Friends.
El presidente admitió el jueves que no tiene cintas de sus conversaciones con Comey. En la entrevista, Trump siguió hablando de la posibilidad de que haya grabaciones de sus encuentros con Comey, aunque él no las tenga.
El 12 de mayo, tres días después de que despidió a Comey, Trump escribió en Twitter: “Más le vale que no haya ‘cintas’ de nuestras conversaciones antes de que él empiece a filtrar a la prensa”.
Comey tomó nota de las conversaciones que mantuvo con Trump mientras era el jefe del FBI y en su testimonio ante el Senado declaró que el presidente lo presionó para olvidarse de la investigación sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones de noviembre pasado.