Tragando como trolls
Saben cuál es la mejor forma de inventar una nota barata y echarle la culpa a alguien más? Culpar a las personas que dejan comentarios en las fotos de Instagram o Facebook de los famosos. Es increíble que a falta de información, pero con ganas de retomar una foto morbosa o atractiva el texto en los medios de comunicación impresos e incluso en la tele y la radio tenga que ver con lo que los trolls tienen que opinar.
¿Qué, no nos han dicho siempre que no los alimentemos? La verdad o el mensaje se quedan completamente distorsionados, ¿no?, pero ya habíamos quedado de que eso es lo último que le importa a muchos que están desesperadamente buscando clics. Todos queremos ser un éxito en nuestro medio, pero ¿con cualquier cosa? Porque los medios que hacen esto no están a nivel de las personas que solo se dedican a insultar, porque o no tienen nada mejor que hacer o porque aman odiar. Estos medios están profesionalizando esta práctica que nada tiene que ver con reportar hechos.
¿Les importará siquiera que prácticamente siempre sean las mismas personas las que insultan por deporte? ¿Que la mayoría de ellos tienen varias cuentas? ¿Que cuando les cierran una por abusiva abren cuatro más? ¿Que los textos siempre son casi idénticos?
¿De verdad ese debe ser el precio por querer actuar, cantar o incluso por modelar? Críticos habrá en todos lados, pero desde que varios periódicos descubrieron que hablar de temas como anorexia, cuando alguien bajó de peso; drogadicción, cuando alguien se ve cansado, u homosexualidad, cuando… cuando se les dé la regalada gana, genera tráfico. Entonces la verdad se va al demonio. Sea la que sea.
Antes, lo que le daba en toda la torre a nuestra fuente eran los chismosos profesionales. Ya saben, esos que no sentían la necesidad de confirmar algo antes de decírselo a miles o hasta millones de personas, pero con las nuevas tecnologías es todavía más fácil. Le echan la culpa a esos espacios de opinión que no suelen estar poblados por la gente con algo productivo que hacer en su vida.
Así que creen que están reportando un sentir generalizado, cuando en realidad es la opinión de una o dos personas, dándole con todo a una vida amarga, enojada y probablemente sola que se justifica igual que lo han hecho tantos profesionales por tantos años. “Para eso se renta”. No, señores. Un cantante se renta para cantar. Un actor para actuar. Un poeta para escribir. ¿Quieren seguir con esto? Tienen suficientes Lady Wuuus, Rubís y anexas que, en efecto, se rentan para esto y por lo visto les encanta. Hasta que la vida real les caiga encima. Francamente siento dolor por ellos. Y por cualquiera que crea que su labor en la vida es explotarlos. Suerte, compañeros. ¿No creen que es hora de rescatar nuestra fuente con tantas nuevas opciones de comunicación que tenemos? Yo sí.
¿En serio?
¿Ocupa tanto espacio en nuestras emociones cuánto pesan las personas que vemos en la tele o en el Instagram?