ARTICULISTA INVITADO
Año superará todos los datos que se tienen desde que comenzó a medirse la creación de empleos, hace 20 años; son puestos formales que benefician a los trabajadores y sus familiares con cobertura médica ilimitada
Cifras históricas en materia de empleo
Al 30 de junio del año en curso, las cifras de empleo en México representan un número sin precedente: a) Se generaron más de 86 mil fuentes de trabajo, lo que representa un aumento de 26 por ciento respecto del mismo mes de 2016.
b) Con corte al primer semestre del año, se han generado más de medio millón de empleos, lo que también representa 17.1 por ciento más que el aumento reportado en el primer semestre del año pasado.
Estas cifras representan la mejor generación de empleo desde que se tiene registro (1997), tanto para un mes de junio como para un primer semestre de un año calendario.
Eso, además, sin pasar por alto que 2016 se caracterizó por ser el mejor año en generación de empleo en los últimos 19.
Al paso que vamos, todo indica que este año superará todos los datos que se tienen desde que comenzó a medirse la creación de empleos, o sea, 20 años de la medición de fuentes de empleo.
Resulta relevante que en los últimos 12 meses se han generado más de 807 mil puestos, lo que equivale a una tasa de crecimiento anual de 4.4 por ciento.
Con ello, en lo que va de la administración del presidente Enrique Peña Nieto se han generado cerca de 2 millones 840 mil empleos, que es la mayor desde 1997, cifra 2.6 veces más que la reportada en la administración federal anterior en el mismo periodo, inclusive, superan los empleos generados en los seis años completos del gobierno 2006-2012.
Se han hecho cuestionamientos sobre la calidad de estos empleos. Al respecto, me permito compartir algunas de las razones por las cuales considero que los empleos generados son de calidad:
Por un lado, 87 por ciento son puestos permanentes y, si los comparamos con la administración anterior, este porcentaje fue de 66 por ciento.
Por otro lado, 75 por ciento es empleo generado en los sectores de transformación (35 por ciento), servicios para empresas, personas y el hogar (24 por ciento), y comercio (16 por ciento), que se caracterizan por ser sectores donde los trabajadores están bien remunerados.
En los rangos salariales, que van de seis a ocho salarios mínimos, ha habido un aumento de 20 por ciento que, comparado con la administración anterior, fue de 9 por ciento.
Finalmente, el salario real de cotización al IMSS presenta un repunte en lo que va de esta administración, con un crecimiento de alrededor de 5 por ciento real, mientras que en la administración anterior fue menor a 4 por ciento.
También se ha mencionado que no todos son empleos nuevos, sino formalizaciones. Me parece que la observación debería considerarse irrelevante, ya que en primer lugar no hay duda que para el IMSS son nuevas altas (anteriormente no estaban registradas).
Pero lo más importante: un empleo formal beneficia a los trabajadores y sus familiares con la cobertura médica ilimitada, protección en salud, pago de incapacidades en caso de accidente o enfermedad de trabajo, apoyo económico en caso de invalidez o muerte, pensión para el retiro y acceso a nuestras guarderías.
Eso es lo realmente relevante pues, con independencia de cuántos empleos provengan de una formalización y de nuestras labores de fiscalización, estamos hablando de gente que antes estaba totalmente desprotegida en materia de seguridad social.
Los retos hacia adelante son importantes.
Esperamos en los próximos meses lograr la cifra histórica de 3 millones de empleos generados en una administración y cerrar el sexenio con más de 20 millones de trabajadores asegurados.
Con todo esto, seguiremos ampliando nuestra cobertura en salud de los mexicanos, tal y como lo Instruyó el Presidente.