La obra, mal hecha y con muchas irregularidades
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) alertó desde febrero pasado que en la obra del Paso Express de Cuernavaca… “se ejecutaron trabajos de mala calidad”.
Así se establece en la Auditoría de Inversiones Físicas 15-0-09100-040380 380-DE, donde se establece que se utilizaban materiales de baja calidad, que se modificó el tipo de pavimento original sin autorización y que había hasta 290.5 millones de pesos susceptibles de recuperación por pagos excesivos, monto que podría representar “probable daño o perjuicio o ambos a la hacienda pública federal”.
En entrevista con Carlos Puig, en MILENIO Televisión, el especialista Leonardo Núñez detalló que el informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2015, en su auditoría 380-DE, advirtió que “que el proyecto fue malhecho y que se estaban cometiendo muchas irregularidades”. “El trabajo tenía defectos no solamente en términos de costo sino de implementación, de vigilancia, de cambios en los planos que no fueron autorizados por nadie, que no fueron verificados y esto se avisó desde febrero”, explicó Núñez.
Además de 14 observaciones y una recomendación, la ASF giró tres “promociones de responsabilidad administrativa sancionatoria”.
La primera, porque la SCT Morelos “instruyó a la empresa contratista” a que modificara el proyecto original sin ningún tipo de aprobación, lo que incluía el material del pavimento en el Paso Express.
En febrero, la auditoría alertó de que “se observó que el proyecto en ejecución no cuenta con retornos, acotamientos laterales interiores y exteriores, accesos y salidas a la carretera para los vehículos de emergencia, vigilancia o mantenimiento, lo que dificulta su operatividad; asimismo, que la estructura de los pavimentos se cambió de base y carpeta de concreto asfáltico por base estabilizada con cemento portland y carpeta de concreto hidráulico”.
La ASF aclara que a pesar de solicitar la información necesaria sobre estos cambios no se logró acreditar la documentación que diera soporte a las modificaciones. Adicional a esto, se pagaron 268.5 miles de pesos en supervisión externa.
La segunda promoción de responsabilidad se debe a que el Centro SCT Morelos no vigiló ni controló el desarrollo de los trabajos, “lo cual provocó que se autorizaran pagos a los contratistas y servicios por diferencias de volúmenes entre lo pagado y lo realmente ejecutado, incorrecto análisis de precios unitarios extraordinarios, pagos por servicios de obra que no cumplieron con el alcance en los términos de referencia, mala calidad en la ejecución de los trabajos, otorgamiento de anticipos fuera de lo pactado en el contrato, trabajos pagados anticipadamente a su ejecución, así como la falta de autorización para la ejecución de los proyectos”.
La tercera promoción, que Núñez catalogó como el foco que “advertía del desastre”, es que se autorizaron pagos a los contratistas y en diferentes servicios aún “con diferencias de volúmenes entre lo pagado y lo realmente ejecutado”, un incorrecto análisis de los precios unitarios y el pago de los servicios de la obra “no cumplieron con el alcance, se ejecutaron trabajos de mala calidad, se pagaron trabajos anticipadamente y faltó autorización de los proyectos para su ejecución”.M