Harvey amenaza con llevar caos a Luisiana
Luego de inundar amplias zonas de Texas, la ahora depresión tropical causa desolación en el Golfo de México, recordando el desastre de Katrina en 2005
La tormenta Harvey siguió causando desolación en la costa estadunidense del Golfo de México: tras inundar vastas zonas de Texas, amenaza ya con sembrar el caos en Luisiana, estado donde ayer entró y en donde sigue vivo el recuerdo del mortífero huracán Katrina del 23 al 31 de agosto de 2005 y que dejó mil 800 muertos.
Fuertes lluvias siguen anegando esta vasta zona de llanuras del sur de Estados Unidos, complicando la labor de los socorristas, que trabajaban contrarreloj para encontrar sobrevivientes mientras la magnitud del daño era aún desconocida, aunque Harvey es responsable directa o indirectamente de la muerte de 33 personas, según informaron las autoridades estadunidenses.
Hasta ahora ha sido confirmado el fallecimiento de diez personas en varios condados del sureste del estado, pero otras 23 “están potencialmente vinculadas a Harvey”, anunció Tricia Bentley, portavoz de la oficina del médico forense del condado Harris, donde se encuentra Houston. “Tenemos más de 230 refugios abiertos en Texas, que albergan a más de 30 mil personas”, dijo Brock Long, director de la agencia federal de emergencias FEMA. Las áreas de Beaumont y Port Arthur, al este de Houston, recibieron 500 mm de precipitaciones durante la noche. Las autoridades temen que el balance de muertos crezca a medida que las aguas bajen y se pueda acceder a las zonas inundadas.
Las últimas seis muertes confirmadas por el sheriff Ed González, del condado de Harris, cuya capital es la ciudad de Houston, forman parte de una familia hispana que quedó atrapada el pasado domingo en su furgoneta cuando intentaba huir de la catástrofe y que fue encontrada ayer tras el cese de precipitaciones en uno de los suburbios de la metrópolis.
A esas seis víctimas mortales se le sumaron otras dos en el cercano condado de Montgomery, donde un hombre quedó atrapado en su vehículo y otra persona murió tras intentar nadar a través de una carretera inundada, informó la oficina del alguacil del condado.
Según los pronósticos, la región recibirá de 125 a 250 mm más de precipitaciones hasta este jueves, cuando se espera que finalmente se detenga el aguacero. Aún se desconoce el paradero de cientos de personas, aunque las autoridades estiman que puede ser por dificultades de comunicación con sus familiares.
Según un estudio de Barclays Bank, 40 por ciento de la capacidad de refinación estadunidense estaba parado o a punto de parar el martes. Texas representa aproximadamente el 9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de EU y Goldman Sachs dijo el lunes que Harvey podría costar 0.2 puntos porcentuales de la tasa de crecimiento de la economía estadunidense en el tercer trimestre.
El daño causado por Harvey podría llegar a 42 mil millones de dólares, según estimados, que la incluyen entre las cinco tormentas más caras registradas en EU. En Luisiana se registraban “lluvias torrenciales” en el suroeste, luego de que Harvey tocara tierra temprano en la mañana del miércoles como tormenta tropical cerca de la localidad de Cameron. En Nueva Orleans, que conmemoró el martes el duodécimo ani- versario del paso del huracán Katrina, lloviznaba apenas, pero la ciudad se preparaba para lluvias fuertes e inundaciones repentinas.
“Después de haber presenciado de primera mano el horror y la devastación causados por el huracán Harvey, mi corazón está aún más con el gran pueblo de Texas”, tuiteó el presidente Donald Trump, tras visitar la zona la víspera. La Casa Blanca dijo que el mandatario volverá a Texas el sábado, y quizá también viaje a Luisiana. Se espera que entonces el mandatario se reúna con los evacuados, algo que según sus colaboradores no hizo el martes para no interferir, dijo, con las labores de rescate.