El gran fracaso de estos años
Primero, lo primero. Creo que la intención del gobierno de hacer que Raúl Cervantes sea el primer fiscal general de la Nación rompe con el espíritu por el cual se dio autonomía a la fiscalía. La historia de Cervantes es la que es, más allá de competencias y conocimientos.
Dicho esto, me preocupa cómo nuestra costumbre de obsesionarnos con los personajes nos hace olvidar que los problemas, en la mayoría de los casos, son estructurales.
El miércoles el secretario Osorio aceptó que la delincuencia, la inseguridad y la violencia están en su peor momento en lo que va del sexenio, uno similar al de los peores años de la administración pasada. La estrategia de este gobierno fue el voluntarismo, dícese “coordinación”. Ayer Osorio volvió a hablar de “redoblar esfuerzos”. Eso no alcanza.
Hace unas semanas escribía yo aquí cómo, por ejemplo, los sentenciados en el país desde hace muchos años por homicidio doloso son siempre alrededor de 5 mil. Más allá del número de homicidios, el sistema solo da para sentenciar a 5 mil.
El nuevo índice de impunidad que presenta la Universidad de las Américas nos da otros datos que demuestran que, más allá de voluntades, es un problema de capacidad instalada y recursos invertidos. “En México el promedio nacional de magistrados y jueces, en el ámbito local, por cada 100 mil habitantes es de apenas 3.5. La media nacional entre los países estudiados es de 16. El rezago de impartidores de justicia es enorme en el caso de México y es reflejo de la situación que viven los poderes judiciales locales”.
Del total de delitos consumados, solamente existe 4.46 por ciento de sentencias condenatorias.
Según el más reciente dato del Inegi, en todo el país solo hay 9 mil 800 policías ministeriales o investigadores, una figura clave en el nuevo sistema de justicia. En Tamaulipas, sí en Tamaulipas, solo hay 28.
Aunque en el número de policías en el país por cada 100 mil habitantes estamos por encima de la media recomendada, esto no toma en cuenta la distorsión que implica el enorme número de policías de Ciudad de México. Según dijo la ONU, en 2015, 25 estados estaban debajo y muy por debajo de lo recomendado.
El voluntarismo, la “coordinación”, las ganas... pues no alcanzan.
Esto es de recursos, muchos. De estrategia y política pública nacional. Y el fracaso de estos años es prueba de que el problema es muy grave.