Bernard Marcus, el soñador que se hizo multimillonario
Con base en el lema “hágalo por su cuenta” logró un imperio que en un solo trimestre factura 25 mil mdd
En 1978 el mundo bailaba al ritmo de la música de Grease, la famosa película que fungió como estandarte de toda una generación. Entre chamarras de cuero y personas arreglando por cuenta propia sus autos, nació la empresa multinacional The Home Depot, fundada por el ahora multimillonario Bernard Marcus.
El conglomerado conocido por su clásico eslogan “hágalo por su cuenta”, registró ventas globales por 25 mil millones de dólares en el tercer trimestre de este año. La compañía da empleo a 400 mil personas en países como Estados Unidos, Puerto Rico, Canadá y México.
Del despido al emprendedurismo
Uno de los primeros sueños de Bernard era estudiar medicina en la prestigiosa institución de Harvard; sin embargo, por la falta de recursos económicos se inclinó por la farmacéutica en la Universidad de Rutgers, en su natal Nueva Jersey.
En los años 70 la ferretería del sur de California, Handy Dan, era la compañía que empleaba a Bernard Marcus y Arthur Blank (fundadores de The Home Depot). Cuando Sanford S. Sigoloff asumió el cargo de Daylin Inc —casa matriz Handy Dan—, su empleo peligró, pues el empresario era conocido por despedir gerentes.
En el libro de autoría compartida con Blank, llamado Built from scratch, Marcus afirma que Handy Dan generaba tanto dinero que pensaban que sería “estúpido” despedirlos.
Marcus se equivocó, y en 1978 perdió su empleo junto con Arthur Blank, bajo la falsa acusación de permitir que un empleado creara un fondo destinado a un sindicato en las tiendas de Handy Dan en San José, California.
Antes de salir de la filial de Daylin Inc, Marcus observó en un pequeño outlet de la empresa que al ordenar grandes lotes de productos y ofertarlos en ventas minoristas, los ingresos incrementaban considerablemente. Antes de poder implementar este modelo en las grandes tiendas de la empresa, fue despedido.
Con la experiencia adquirida en Handy Dan y manteniendo el sueño de establecer una cadena que se expandiera por todo Estados Unidos, inauguraron dos pequeñas tiendas en los suburbios de Atlanta, Treasure Island. Gracias a una empresa de inversión, las tiendas llenaron sus almacenes con 18 mil artículos diferentes, desde pintura hasta accesorios de plomería. El objetivo era ofrecer productos a bajo costo con el asesoramiento de personas capacitadas por ellos mismos. “Desde un principio pensamos que si ofrecíamos mercancía de calidad al mejor precio, aunado al servicio de nuestros asesores, podríamos hacer cambios importantes en el mercado de los minoristas.” afirma Marcus en su libro.
Una gran cadena se consolida
En un mercado donde el “hágalo usted mismo” carecía de valor, el despegue de la cadena global no fue fácil. Entre las historias que se evocan al respecto, está una que dice que el día de la inauguración de la primera tienda. Narran que el sol estaba por ocultarse, Marcus y Blank reunieron a sus hijos en el estacionamiento de la sucursal, dándoles unos cuantos dólares. La tarea a seguir era parar a personas y pagarles por entrar a la tienda.
A pesar de las nubes grises que nublaron el paraje inicial, gradualmente la gente comenzó a tomar interés por las tiendas de The Home Depot y en noviembre de 1981, lograron abrir más en los mercados de Miami. En el mismo mes, la compañía se dispuso a expandir sus ingresos y se volvió una empresa pública.
En aquellos años, las ventas por tienda ascendían a 9 millones de dólares; sin embargo, solo una década después de anunciar la empresa como pública, The Home Depot contaba con la representación de 118 tiendas que recaudaban ventas por 2 mil 700 millones de dólares.
A la fecha, la cadena se sigue consolidando y a pesar de que Bernard Marcus dejó el mando en 2002, su fortuna, según Forbes, asciende a 5 mil millones dólares.