Conmemoraciones literarias: entre tradición y modernidad
Las celebraciones comienzan con el centenario del nacimiento de José Luis Martínez, así como el de Juan José Arreola y Pita Amor
El año que apenas se inicia tiene en su calendario un sinfín de efemérides emblemáticas para la literatura mexicana, en un recorrido que parte del siglo XIX y culmina en el XX con figuras representativas, algunos de ellos maestros de escritores contemporáneos.
Los festejos comienzan a partir del 19 de enero, con el centenario del nacimiento de José Luis Martínez, definido por Gabriel Zaid como “el curador de las letras mexicanas”: académico, diplomático, ensayista, historiador, cronista, bibliógrafo, editor y humanista, quien será recordado con un homenaje por parte de la Academia Mexicana de la Lengua con una retrospectiva fotográfica sobre su visión respecto a la literatura y las palabras, pero también con mesas redondas a desarrollarse en distintos espacios.
El 15 de marzo se cumplirá el centenario del nacimiento de Emma Godoy, una escritora y académica mexicana —cuyos restos descansan en la Rotonda las Personas Ilustres—, autora de títulos como Pausas y arena, Que mis palabras te acompañen, La mujer en su año y en sus siglos, Sombras de magia. Poesía y plástica o El misterio está en la rosa.
Las letras mexicanas han contado en distintos momentos con personajes que pueden ser considerados como verdaderos huracanes y en 2018 se cumple el centenario del nacimiento de dos de los más representativos: Guadalupe Amor —30 de mayo— y Juan José Arreola —21 de septiembre.
Nacida en el seno de una familia conservadora, católica y porfirista, Pita Amor —como era más conocida— definió su manera de entender la vida y a la poesía desde su primer título: Yo soy mi casa, al que acompañaron Puerta obstinada, Círculo de angustia o Polvo, en los que se unía, como llegaba a comentar la poeta, “mi belleza a mi genio”. Antes de las celebraciones por el centenario de Arreola, el 9 de julio se festeja el de don Alí Chumacero, quien con apenas tres títulos —Páramo de sueños, Imágenes desterradas y Palabras en reposo— se ganó un lugar en la poesía mexicana del siglo XX, cuya escritura abandonó bajo una certeza:
“La poesía acaso puede ser perdonable como una enfermedad de juventud, pero que hay algo profundamente ridículo en seguir escribiéndola después de los 40 años”, solía recordar José Emilio Pacheco.
Considerado, además, uno de los grandes editores en nuestro país, por cuya mirada pasaron algunos de los libros más importantes de la centuria pasada, Chumacero llegó a ser señalado por Pacheco como “el Juan Rulfo de la poesía mexicana”.
El 21 de septiembre se cumplen los 100 años del nacimiento del hijo pródigo de Zapotlán el Grande, Jalisco, “un pueblo que de tan grande nos lo hicieron Ciudad Guzmán hace cien años. Pero nosotros seguimos siendo tan pueblo que todavía le decimos Zapotlán”.
Juan José Arreola fue un ensayista y narrador, lo mismo que hombre de teatro o dueño de una memoria envidiable, colaborador en programas de televisión, director de la Casa del Lago o de las colecciones editoriales Los Presentes, Cuadernos y Libros del Unicornio, pero también formador de importantes escritores que han destacado en la segunda mitad del siglo XX.
Autor de títulos como Confabulario, Bestiario, Inventario o La Feria, Juan José Arreola es uno de los pocos escritores que quiso contar su versión de la historia, a través del volumen Memoria y olvido. Vida de Juan José Arreola (1920-1947), contada a Fernando del Paso. Para complementar el acercamiento a la literatura mexicana, durante 2018 también se cumplen aniversarios de nacimiento de dos figuras del siglo XIX: Guillermo Prieto e Ignacio Ramírez, El Nigromante.
Nacido el 10 de febrero de 1818, Guillermo Prieto suele ser evocado como el salvador de Benito Juárez cuando estaba a punto de ser asesinado, pero también el autor de títulos como Lecciones de historia patria, Romancillo de actualidad o Cartas a Manuel Doblado, que lo llevaron a ser señalado como uno de los mejores escritores de su tiempo.
El 22 de junio de 1818 nació Ignacio Ramírez, más conocido como El Nigromante, uno de los liberales más importantes en aquella época y, al mismo tiempo, uno de los periodistas y escritores más críticos e, incluso, uno de los prosistas más importantes, de quien se han destacado sus muchas aportaciones políticas y culturales a partir de los diferentes cargos públicos que llegó a ocupar.
Así comienza un año que nos llevará a reflexionar sobre las letras mexicanas entre la tradición y la modernidad.