La mujer empoderada y Me voy a comer el mundo
/ a cosa está así: mientras que en México nuestras estrellas siguen sin abrir la boca para denunciar historias de acoso sexual o se unen para atacar a las que lo hacen como en el caso de lo que le pasó a Kate del Castillo, en Hollywood la realidad es otra. Y se nota no solo en los noticiarios o en la temporada de premios. Se nota en los contenidos de las películas y de las series de televisión.
Hoy el gran tema en la industria del espectáculo es el de un nuevo tipo de mujer, autosuficiente, valiente, empoderada, y HBO, la casa productora de televisión premium más importante del mundo, lo sabe.
¿Quiere que le diga lo que acaban de hacer sus directivos?
Estrenaron, el domingo pasado, a las 21 horas, por su canal regular HBO y en la plataforma HBO Go, la nueva temporada de Divorce, que es poco menos que la propuesta más brillante, en este sentido, de todo lo que hay en el mercado.
No sabe usted que serie entre cómica y dramática
(dramedy) tan más verdadera, apasionante y divertida. Tiene que verla, especialmente si ha tenido problemas de pareja, si ha pasado por alguna clase de separación o si se ha divorciado.
Y aplica lo mismo para las mujeres que para los hombres que para las personas maduras e igual para los chavitos. Todos vivimos en la era Divorce.
En el remoto caso de que usted no sepa, Divorce (Divorcio) es una serie que va más allá de lo que dice su nombre. Es un retrato bastante vanguardista de lo que sucede con las relaciones amorosas en el siglo XXI.
¿Cuál es la nota? Que su protagonista es Sarah Jessica Parker, la estrella más emblemática de todos los tiempos de HBO, la gran actriz de Sex and The City.
Imagínese ver a Sara Jassica Parker evolucionar de aquella mujer soltera tan típica de los años 90 a este mujerón de la actualidad. ¡Tiene un valor simbólico sublime! ¡Incluso a nivel corporativo! ¿Qué pasa si usted no vio la temporada uno?
Lo mismo que pasó cuando usted se enganchó a Sex and
The City a partir de la temporada tres o cuatro. No pasa nada.
Divorce es clara y dice cosas que yo no he visto que se digan en ningún otro lugar sobre la parte luminosa, pero también sobre la parte oscura de las mujeres que se atreven a empoderarse en este momento histórico tan especial.
No le voy a dar detalles para no arruinarle la experiencia pero esto vale muchísimo la pena y está hecho con toda la mano.
Por favor, luche por verlo, por devorarlo, por discutirlo. HBO no está jugando. Se está tomando muy en serio los grandes temas de la actualidad. ¿O usted qué opina?
Cómo ser periodista sin perder los sentimientos
La televisión mexicana está retacada de periodistas, lo cual me parece perfecto, pero hay algo que no está padre: la mayoría finge ser muy duro cuando sale al aire.
Yo no sé si es por inseguridad o porque piensan que solo así los van a toma en serio pero, por lo mismo, un alto porcentaje de nuestra gente de noticias tiende a parecerse, a repetirse, y el resultado es una pantalla arrogante, distante y aburrida.
Hay una periodista española en el canal El Gourmet que hace unos programas gloriosos, se llama Verónica Zumalacárregui y yo la admiro.
¿Por qué? Porque sin dejar su papel de periodista, trabaja como nadie la parte emocional.
Es como una niña chiquita que pregunta con la más sincera inocencia, que se sorprende hasta de las cosas más insignificantes. Es una prodigiosa
comunicadora precisamente por eso, porque hace clic con el público y con las fuentes desde el segundo uno. Si no me cree, lo invito a ver su proyecto Me voy a comer el mundo.
Es un programa de gastronomía y turismo como hay mil donde la señora va, convive con gente de diferentes ciudades, come y se pasea, pero gracias a su talento, esto se convierte en una experiencia sin igual.
Hay hambre, pero hambre de saber, de vivir, de comunicar y, al mismo tiempo, hay humildad, trabajo, entusiasmo. El programa de llama Me
voy a comer el mundo porque Verónica se lo quiere comer, pero no nada más desde la perspectiva culinaria. Tiene ganas de triunfar, de ganar, de conquistar.
La señora Zumalacárregui es una digna representante de nuestra nueva cultura latina, una persona con una envidiable capacidad de asombro, una conductora que no tiene miedo ni a hacer el ridículo ni a mostrar su lado humano. Es perfecta y Me voy a comer
el mundo, un programa que merece ser visto.
El Gourmet ha tenido muchos lanzamientos y cambios de programación en los últimos días, y Me voy a comer el mundo es imperdible.
Le suplico que lo busque de lunes a viernes a las 16 y a las 23 horas.
Le va a gustar y lo va a poner a pensar sobre el papel de los periodistas en la televisión nacional.
¿Alguno de ellos se atrevería a rebajarse a abandonar su fuente para meterse con esta clase de contenidos?
¿Alguno de ellos se atrevería a trabajar como Verónica Zumalacárregui?