Robo de notas y fake news
Hace poco más de dos años, invita- do por mi amigo Francisco Santiago, entonces director editorial de
El Universal, acudí con la representación de Grupo MILENIO a una serie de reuniones de medios de comunicación generadores de contenidos, alarmados todos por el crecimiento del robo de información de portales y páginas que se valen del trabajo ajeno para incrementar su tráfico y visitas. El asalto a los medios va desde apropiarse de las notas, fotos y videos, y firmárselos, hasta copiar todo, publicarlo tal cual y calzarle una ridícula leyenda: “con información de”.
Usted acaso piense que si se da el crédito correspondiente es suficiente, pero déjeme decirle que más allá de que esos medios parasitarios se ufanan de sus números en tráfico y engañan a bobos, o a colegas que se quieren hacer bobos, los medios generadores de contenido invierten recursos humanos, de logística, de equipo y de operación para obtener sus notas. Pagos de nómina a reporteros, camarógrafos, fotógrafos, editores, coeditores, redactores, infografistas, productores y una larga serie de participantes en la cadena, más los costos de equipamiento, viajes y difusión.
Pues bien. De esas reuniones, en las que incluso se habló con directivos locales de Facebook, Google y Comscore, que tienen que ver con las mediciones de tráfico y usuarios, no salió nada. Ni siquiera una división en los rankings que permita al público saber quién es quién, una clasificación para generadores de contenido y otra para los parásitos. Se buscaba por lo menos dejar un mensaje de que no somos iguales. Nada. ¿Por qué? Porque la tecnología rebasó las leyes y aunque hay articulados de algunos reglamentos, todo es parcial y difícilmente aplicable a la realidad de internet. De la indignación, pues, pasamos a la resignación.
Las elecciones, en tanto, traen lo suyo. Lo de hoy es la posverdad. Las fake news, si se desea el anglicismo. La política dio un salto del sofisma, razonamientos incorrectos que parecen correctos, a la posverdad, la distorsión deliberada, la manipulación. En México se acordó, en otra cruzada de medios generadores de contenido, universidades y ONG (esta vez operada por Carlos Marín y por Grupo MILENIO), el proyecto Verificado 2018, contra las noticias falsas, mientras que en Francia el presidente Emmanuel Macron propuso una ley para prevenirse de las noticias falsas de grupos extremistas y medios extranjeros, como los rusos. Mañana continuará Fusilerías con ese tema.