Ruta TampicoPlaya en riesgo de desaparecer
Subdelegación del Transporte Público aplicó sanciones a 85 unidades de más de 3 mil pesos
Más del 30 por ciento de los concesionarios de la ruta 83 Tampico-Playa podría perder la autorización para prestar el servicio. El representante de los 270 operadores, Moisés Pérez Betancourt, explicó que la Subdelegación del Transporte Público de la Zona Conurbada les aplicó multas que exceden la capacidad económica de los choferes.
Detalló que fueron sancionados por incumplir con el trayecto que les fue asignado, mismo que comienza en el centro de Tampico y culmina a escasos metros de la Glorieta de las Sirenas en Playa Miramar. “Si no pagamos esa multa antes de diciembre no podemos emplacar; de no contar con las placas no pasamos la revista mecánica y, si no la aprobamos, no somos sujetos a que se nos renueve el permiso”, señaló el líder de los choferes.
En este sentido, manifestó que el pago que deben realizar ya está cargado al sistema de la Oficina Fiscal, por lo que es irrevocable. Sin embargo, apuntó que debido a las condiciones económicas por la falta de ganancias y a que deben invertir hasta 3 mil pesos quincenales en el mantenimiento de sus unidades les dificulta finiquitar el adeudo. “En mayo fuimos 85 unidades multadas por no completar el recorrido, la sanción equivale a 3 mil 200 pesos y, aunque hemos presentado argumentos por los que consideramos injusta esta penalización, no hay una respuesta favorable para nosotros”, declaró Pérez Betancourt.
Al respecto, describió que la revisión se derivó de una queja que realizó un ciudadano a través de las redes sociales, “la multa fue porque una persona mencionó su inconformidad en las redes sociales y sí es de reconocerlo, no se le dio el servicio. Hay cinco, siete o quince compañeros que no prestan el servicio completo; pero ahí se debe sancionar directamente a quienes negaron el traslado y no proceder haciendo una encuesta para medir quienes llegaron y quienes no durante cinco días aleatorios, porque para que íbamos a culminar el recorrido si no había quien lo requiriera”.
Tras lo anterior, remarcó que no recortan su ruta por gusto, sino por necesidad. Afirmó que no es costeable porque en los últimos cuatro kilómetros del trayecto hay alrededor de 35 baches que ocasionan serios daños a sus vehículos. “Es lo que les explicamos, esos últimos kilómetros están bien deteriorados; tengo escritos donde se corrobora que, en efecto, tenemos cuatro administraciones, desde el 2008 hasta la fecha, pidiendo que se efectúe el reencarpetado. Nuestros carros no soportan el mal estado, de qué nos sirve modernizarnos si a los quince días les tenemos que inyectar dos mil o tres mil pesos en mantenimiento, además, con la tarifa que permanece, no hay de dónde o cómo”, finalizó el delegado de la Ruta 83.m
Las supervisiones se generaron por la queja de un usuario en redes, que señaló mal servicio